viernes, 16 de noviembre de 2018

Tu eres mi amigo




Tu eres mi amigo
que piensas en mí,
cuentas conmigo
y en tus ojos brilla la luz.

Tu eres mi amigo
que me llena de calma
y pacifica mi ser,
y cuando me das la mano
me tocas con bondad.

Tu eres mi amigo
que me das consuelo,
y mi alma se queda quieta y tranquila
porque me das confianza

Yo tengo un amigo
que es como la luz encendida,
me ayuda a disipar las tinieblas del corazón
y a brillar con el fuego del amor.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Resumen del libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. 10,21-32



Sem es el padre de los hijos de Heber o hebreos y la descendencia de Sem es conectada directamente con Abraham, y el término “heber” significa “más allá”, algunos lo identifican porque Abraham venia del más allá, es decir, más allá del Éufrates; este pueblo no se puede confundir con los arameos que era un pueblo diferente.

En las tablas etnográficas, pueblos como: Elam, Asur, Arfaxad, Lud, Aram, Uz, Jul, Geter, Mes, Peleg, Yoctan, Aram; entre muchos otros que menciona el autor, aparecen relacionados con la misma familia de origen y el nombre que parece ser común para todos estos pueblos es el de Nemrod, que simboliza la fuerza del León.

El autor sagrado menciona un total de 70 pueblos, de una manera simbólica para expresar la perfección y la plenitud y deja de mencionar pueblos más importantes como: los amalecitas, moabitas, amonitas entre otros, porque podrían ser pueblos de formación reciente.

Para los griegos y los egipcios, estos eran pueblos bárbaros, que no tenían ninguna conexión con la raza y la cultura; contrario a lo que hace el autor sagrado al mencionarlos, considerando la unidad de la humanidad y dando a entender que todos los pueblos descienden de un tronco común y de esta multitud de pueblos, Dios elige a los heber o hebreos, que posiblemente fusionados con otros pueblos como los apiru y otras facciones tribales van a conformar un pueblo que se va a conocer como los israelitas.

La tabla etnográfica de la Biblia es prácticamente la única en toda la literatura antigua, de modo que no se tiene otra fuente de comparación similar para hacer estudios comparativos.

Resumen del libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn 10,1-20


La genealogía de la familia de Noé provee la información de la formación del pueblo de Israel y de los pueblos del antiguo y cercano Oriente; sabemos que muchos pueblos tuvieron contacto con Israel como: Egipto, Canaán, Filistea, Jebusea, Elam, Asur entre otros y sabemos que por Abraham, el pueblo de Israel tiene sus orígenes en Mesopotamia.

Los nombres de los descendientes de Noé fueron planificados para reflejar la totalidad de la humanidad y en la Biblia se encuentra un total de 70 pueblos, dentro de los cuales se encuentra la familia de Jacob que entró en Egipto y los 70 ancianos de la nación; en la literatura griega también vemos que el número 70 representa la totalidad de los dioses que se encuentran en su panteón.

Es evidente para los estudiosos, que el número 70 es relevante en las tablas etnográficas antiguas y que da un sentido de perfección a todas las generaciones.

Los pueblos antiguos primitivos de la Segunda Tierra se encerraban en sus fronteras y no se preocupaban por conocer lo que sucedía fuera de sus límites, a excepción de los griegos, que era un pueblo que mantenía una curiosidad innata que los hacía recorrer otras culturas asimilando costumbres y usos de los pueblos que conocían.

En la Biblia aparece una tabla etnográfica, de muchas que existieron, donde se nos muestra que toda la humanidad descendió de Noé; en esta tabla aparecen mencionadas la raza blanca y la negra, y no se nos dice nada de la raza amarillo o asiáticos, y el área que describe solo se extiende en el oriente próximo, pues los otros lugares de la Tierra eran desconocidos para el autor sagrado.


La principal intención del hagiógrafo sagrado, es la de darle un sentido teológico y espiritual al pueblo de Israel, pues muestra a este pueblo como elegido por Dios sobre todas las naciones de la Tierra y disfruta de la primogenitura de parte de Dios; el autor sagrado en su tabla etnográfica, recoge los nombres de Israel y hace un esfuerzo por dar una genealogía aproximada.

Algunos estudiosos consideran que esta tabla etnográfica se construyó siete siglos antes de Cristo, pues aparecen mencionados los escitas, un pueblo del oriente próximo muy antiguo que desapareció.

En la línea de Jafet, tenemos ejemplos de algunos pueblos:
Gomer, pueblo de raza aria, habitantes del norte del mar Negro, que empujados por los escitas, pasaron del Asia menor a la región de armenia; Magog puede hacer referencia al pueblo escita; Medos, pueblo de raza aria que vivió al sur del mar Caspio y afines a los persas; Javan pueblo de raza aria que habitan las islas del mar Egeo y también conocidos como jonios o jónicos; Tubal, conocidos también como los tiberinos y se encontraban a la orilla meridional del mar Negro; Mosoc, pueblos de raza aria que se encontraban cerca de los ríos Tigris y Éufrates; Tiras o tirsenios o etruscos que habitaban en las islas de Asia menor, entre otros muchos pueblos que el autor menciona de raza aria descendientes de Jafet y nada tienen que ver con los semitas; a estos pueblos también se les puede conocer como indoeuropeos.

En línea de Cam tenemos los pueblos de color negro o trigueño:
Cus, pueblo identificado con la actual Etiopia; Misri o Musru, pueblo de piel negra; Egipto, pueblo de piel trigueña tirando a morena; Put, se puede identificar como la actual Somalia y el color de su piel era negro como lo es actualmente; Canaán pueblo también de piel trigueña; el autor menciona muchos otros pueblos de este color de piel, tanto trigueña, morena o negra.

De todos estos pueblos mencionados por el autor es bueno destacar al de Cus o Kis, que fue fundado por un héroe cazador llamado Nemrod; según la Biblia este personaje procede de lo que hoy es la actual Etiopia en África y algunos lo han identificado como el fundador del imperio asirio, pues aparece en sus inscripciones como un héroe de mucha fuerza que comenzó a dominar la Tierra y algunos lo han querido identificar con el poema  del Gilgamesh, de origen babilónico que nos dice que este personaje fue rey de Erec, una de las ciudades del reino de Nemrod que pertenecía a la antigua Mesopotamia; según los escritos, este personaje acostumbraba luchar contra leones y se presenta ahogándolos en los bajorrelieves tanto de los sumerios, asirios y babilonios.

En la Biblia en el libro del Génesis, aparece como un robusto cazador de Yahveh; lo que demuestra que todos estos pueblos tenían un mismo tronco y raíz y con toda seguridad era un habitante de la Primera Tierra que pasó a la Segunda y era un hijo de Dios y otro Noé de los muchos que existieron; los escritos dicen que este personaje dominó Babilonia que era la ciudad antigua más importante antes de la aparición de Roma.


Resumen del libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. Capítulo 9


El autor dice que la Biblia nos presenta la visión de que los animales se encuentran al servicio del hombre y la mujer, y que puede servirse de ellos tanto para alimentarse como para alivianar su trabajo; los animales nunca se encuentran en igualdad con el hombre, sino que el hombre se encuentra por encima de los animales y las plantas porque posee el espíritu divino.

En este sentido tanto el hombre como la mujer son señores de la creación y deben administrarla con prudencia y amor, y esto implica que en la maldad no se debe hacer sufrir a la creación, sin olvidar que el verdadero dueño de la creación es Dios y que no hay que pedirle permiso a la creación para disponer de ella como se insinúa en la película de Avatar dirigida por James Cameron, sino que todo es un don de Dios y a Él es al único que hay que agradecer.

La vida humana fue hecha a imagen de Dios y por consiguiente nadie puede disponer de ella, y de aquí y del ser persona deriva toda dignidad humana; el hombre recibe de Dios un mandato explícito de preservar la vida de modo que a nadie se le hace lícito derramar sangre humana, de modo que la vida debe entenderse como un don sagrado.
En este sentido no se puede consentir ninguna práctica moderna de aniquilación de la vida como el aborto, la eutanasia y otras maneras de segar la vida, a no ser que haya que aniquilar otro ser humano que se encuentre aniquilando otros seres humanos y esto sea necesario para parar un ciclo de muerte.
Pero las cadenas de muerte se van a encontrar en todos los pueblos de la humanidad, especialmente desde Noé, que se originan varios pueblos que reciben bendiciones y maldiciones de este patriarca.
De Cam un hijo de Noé desciende dos pueblos que son los egipcios y los cananeos; el pueblo de Israel contrario a lo que puedan considerar algunos mirando la Biblia de forma ligera, fue un pueblo que mantuvo buenas relaciones con Egipto y en muchos momentos fue refugio para las calamidades de Israel y en la antigüedad podía ser considerado un pueblo hermano de los israelitas, de modo que estos pueblos en el origen israelí se consideraban una bendición mutua y no había derramamiento de sangre entre estos dos pueblos.

La maldición de Noé se ve más bien reflejada en Cam y sus descendientes; de Cam se deriva el nombre de Canaán y es posible que desde aquí se desprenda el nombre de Egipto y esta palabra se deriva de la raíz hebraica Kime; la historia nos demuestra que Israel luego de salir de Egipto se adueña de la tierra de Canaán, de modo que todos los cananeos quedaron sometidos a la tierra de Israel y entonces se cumple la maldición de Noé: que Cam será esclavo de los esclavos de sus hermanos.

El pueblo de Israel desciende de Sem, que es el hijo mayormente bendecido de Noé y la bendición también llega a través de Jafet, indicando con esto que la descendencia también se va a dilatar a través de este hijo de Noé; el autor nos hace ver que estas maldiciones o bendiciones que implican el derramamiento de sangre se producen a través de las viñas; la Biblia pone el origen del vino en Noé, mientras que para los egipcios y los griegos era de origen divino.

El autor vuelve a recordar que Noé es el último hijo de Dios en la Segunda Tierra, por lo que se hace fácil explicar que conocía las técnicas del vino que dominaban muy bien los habitantes de la Primera Tierra debido a la tecnología avanzada de la que disponían. 

Resumen del libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. capítulo 8



En este capítulo el autor nos dice que los mapas de la Primera Tierra fueron modificados por el diluvio y lo mismo sucederá cuando termine la Segunda Tierra y de paso a la Segunda Tierra; de modo que donde antes existe agua después existirá tierra y donde existe tierra existirá agua.


Con el diluvio Dios recompone la obra de la creación en seis días y el arca de Noé es signo de la salvación de Dios para toda la humanidad, pero especialmente para aquellos que la acepten; de modo que del arca sale una humanidad nueva.

El número 4 expresa la creación material, pero luego del diluvio tenemos un nuevo número 4 que expresa la recreación de la creación y que sumados se convierten en un número 8, el cual representa el nombre de Jesús, de modo que en Jesús se da una recreación de la creación, pero la creación debe alcanzar la espiritualización  y la plenitud convirtiéndose en un número 7 que el número que expresa la máxima perfección que puede existir en el mundo creado.


Resumen del Libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. capítulo 7



Dios hizo todo bueno desde el principio y no ha creado nada impuro, pero los habitantes de la Primera Tierra manipularon genéticamente los animales. En este sentido podemos entender a los animales puros que los que Dios creó en su estado natural y a los animales que fueron modificados genéticamente, conocidos en la Sagrada Escritura como animales impuros o alterados genéticamente.

John Henry Builes admite la posibilidad de que el arca de Noé existió y que tanto Noé como su familia, fueron una familia concreta salvada en la Primera Tierra de las aguas del diluvio; en esta arca entraron los animales naturales y los que posiblemente ya habían sido modificados genéticamente en la Primera Tierra, que la Sagrada Escritura denomina como puros e impuros.


Este pasaje de Noé, tiene su par en la epopeya del poema babilonio del Gilgamesh, donde Enlil, se enoja con la humanidad y enojado, trató de reducir la población mundial con plagas y sequias y reunido con otros dioses planea aniquilar la humanidad por medio de un diluvio; al final hay un dios que se las ingenia para salvar la humanidad y construye una nave en forma de cubo para que se salve él y su familia y las representaciones de las distintas artes de la humanidad; la nave tenía en su interior siete pisos y la tormenta duro siete días y siete noches, recordando  que el número 7 implica perfección y plenitud y al final la embarcación descansa sobre el monte Nisir y lo mismo que con Noé, fueron despachadas aves para saber si había tierra firme después de pasado el diluvio.

No hay duda que el libro del Génesis y el poema babilónico del Gilgamesh se refieren al mismo diluvio; con esto se quiere hacer referencia que el Noé bíblico necesariamente no es la misma persona que el Noé babilónico, sino que se trata de diferentes personas y que los Noé de la Primera Tierra que continuaron la civilización en la superficie de la Tierra fueron muchos; pero es evidente que la Sagrada Escritura nos dice que el Noé bíblico, fue el tronco del cual se desprende todos los habitantes de la Segunda Tierra, especialmente todos resultamos siendo descendentes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet.

Resumen del libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. 6,19



El autor sagrado escribe con naturalidad y lo hace con la mente de un niño y no contempla las dimensiones de guardar una pareja de cada animal en un barco pequeño y esto hace inverosímil el relato del arca, por lo que el texto más que un sentido histórico, tiene un sentido teológico.

Noé recibe una misión de Dios y es la de salvar y continuar el género humano y es posible que haya existido el Noé histórico, pero el arca debió haber sido construida con tecnología de la Primera Tierra, pues un pequeño barco de madera en medio de un maremoto, hubiera sido destrozado por las olas en mil pedazos.

Un pequeño grupo de seres humanos fueron salvados y de igual modo un pequeño grupo de animales en representación de toda la creación deben ser salvados, pues si el mudo pereció con el hombre, con el hombre debe volver a resurgir y esto es un símbolo de la redención del hombre y de la creación.

La humanidad de la Segunda Tierra cambió sustancialmente en referencia con la de la Primera Tierra; Platón nos dice que en la Atlántida existían arboles gigantescos y plantas muy bellas y seguramente lo mismo podríamos decir de los animales; de modo que en la Segunda Tierra la flora y la fauna cambió sustancialmente y los hombres perdieron totalmente los dones sobrenaturales, preternaturales y los naturales se vieron grandemente afectados.



Resumen del Libro Historia Primitiva de la Humanidad, Gn. 6,7



Con el diluvio, la creación fue renovada y purificada de toda maldad, pues la Primera Tierra antes del diluvio había sido contaminada física y espiritualmente por el hombre, de modo que luego del diluvio se generó una Segunda Tierra y de igual modo sucederá cuando surja una Tercera Tierra.

Cuando desapareció la Primera Tierra y luego surgió la Segunda Tierra, Noé y su familia no fueron los únicos sobrevivientes de la catástrofe, muchas personas de la Primera Tierra se refugiaron en el interior de la Tierra y otros huyeron a otros sistemas estelares gracias a la tecnología avanzada con la que contaban.
Noé que es un hijo de Dios, se queda en la superficie del planeta y se convierte en el personaje insigne de la humanidad; la sagrada Escritura nos dice que Noé tiene tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
Sem es el más importante de los hijos de Noé y es nombrado primero y es de donde desciende la raza semita de la cual surge el pueblo de Israel; Cam es el segundo hijo de Noé, que se encuentra relacionado con el término hebraico Jam, que significa “calentado por el Sol” y alude a las personas de color negro y trigueño; y el tercer hijo de Noé es Jafet, que se encuentra relacionado con el término Yafet, que significa hermoso y hace referencia la belleza de la raza aria.
Noé es el último hijo de Dios que queda en la superficie del planeta y se casa con una mujer híbrida, por lo que los hombres y mujeres posdiluvianos van a ser más frágiles que los de la primera humanidad.

Resumen del libro Historia Primitiv de la Humanidad, Gn Cap 6



Teológicamente no es posible pensar en que los ángeles tienen cuerpo material y puedan tener relaciones sexuales con otro ser corporal, porque los espíritus puros que no pueden interactuar directamente con la materia.
Un ángel no puede ocupar ningún espacio y lugar y no se encuentra sometido al tiempo, ni se puede encontrar en ninguna dimensión, pero esto no excluye que puedan interactuar en el tiempo y la materia.
Los ángeles pueden tomar un cuerpo aparente y pueden interactuar con la materia indirectamente; en este sentido pueden efectuar los fenómenos naturales y las leyes físicas y químicas.
En este sentido podemos entender los mitos de la antigüedad, que fueron creados para tratar de entender lo que el hombre no alcanza a entender; en la historia se perdieron muchas cosas con el tiempo y solo quedaron algunos vestigios, lo que hace muy difícil una reconstrucción exacta de los hechos; se puede decir que luego del diluvio se perdió toda la historia de la Primera Tierra, la tecnología, la ciencia, la cultura y las civilizaciones, y solo nos quedaron vestigios muy remotos y fragmentarios, que hacen muy difícil una reconstrucción histórica.


Hace 12.000 años, surgieron nuevos pueblos y ciudades, y en tecnología empezaron de cero; no hubo oportunidad para que generaciones pasadas pudieran transmitir los avances tecnológicos a las nuevas y así poder continuar con el avance de la ciencia, la cultura y la civilización.
Las personas que quedaron en la superficie de la Tierra luego del diluvio, no tenían las mismas condiciones de las personas anteriores del diluvio, en cuanto a inteligencia, longevidad y dones preternaturales, debido a la hibridación que experimentó el hombre; los habitantes de la Segunda Tierra son descendientes de Noé y de una mujer híbrida.
Esto no excluye que los gigantes de los que nos hablan los mitos antiguos, siguieran existiendo en la Segunda Tierra; de modo que en los mitos se encuentra escondida una parte de la realidad.
Muchos pueblos de la antigüedad llegaron a creer que estas personas gigantescas eran dioses o semidioses, especialmente haciendo referencia a algunos habitantes de la Primera Tierra que todavía conservaban cualidades sobrenaturales y estos seres fueron los que también posiblemente dieron origen a los gigantes y a quienes se les puede indilgar las grades construcciones de la antigüedad.
Según John Henry Builes estos gigantes no son ni dioses, ni hijos de dioses, son más bien un rezago de la civilización perdida de los atalantes y de otras civilizaciones perdidas que conocían la clonación y la manipulación genética. Fruto de estas manipulaciones genéticas de los habitantes de la Primera Tierra tenemos también seres extraños como los que aparecen en los mitos antiguos: el centauro, el minotauro, las sirenas etc.
El autor sostiene que siguen existiendo seres extraños que son creación de laboratorios y que en varios países han visto seres extraños como el denominado “chupa cabras”, pues aparece ganado muerto y su sangre ha sido extraída por un animal que parece que la ha succionado.
En conclusión, los habitantes de la Primera Tierra fueron tentados por el demonio y perdieron el carácter divino por motivo de la hibridación con los animales agotando el espíritu divino; perdiendo lo más noble, lo más bello y sublime en estos humanos de la Primera Tierra.
Los hijos de Dios fueron llamados en la mitología de los pueblos antiguos con nombres tales que nos son familiares: Atlas, Poseidón, Adonis, Mitra, Júpiter, Zeus, Osiris, Siva, Visnú etc.; se hicieron adorar como dioses y llevaron a los hombres antiguos a dar culto a los demonios, siendo solo hombres y mujeres mortales.
Los habitantes de la Primera Tierra y especialmente los conocidos con el nombre de “hijos de Dios” (diferentes a los “hijos de los hombres”), se dejaron tentar por los demonios y manipularon los genes y el ADN de la vida, corrompiendo lo que es hermoso y dando origen a animales y seres no queridos por Dios; de modo que los habitantes de la Primera Tierra se corrompieron grandemente y se presentó en un abismo y es un peligro latente para los seres de la Segunda Tierra.
Aunque Dios permitió este mal en los habitantes de la Primera Tierra y lo permite en los habitantes de la Segunda Tierra, Dios no se ha quedado dormido, ni se encuentra de vacaciones, pero al contrario de esto, Dios es un ser bueno, que se interesa por el ser humano y quiere lo mejor para el hombre.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Resumen del libro Historia Primitiva de la HUmanidad. Génesis capítulo 5


El hagiógrafo sagrado quiere destacar la genealogía que viene desde Adán hasta Noé y se centra en la genealogía de Set, desconociendo la genealogía de Caín; los hijos de Set son los verdaderos hijos de Dios que no se encontraban hibridados al principio, aunque recibieron las consecuencias del pecado de Adán; prueba de esto, es que el texto sagrado nos dice que es un descendiente de Set quien primero empieza a invocar el nombre de Dios, y nos hace intuir que los descendientes de Caín son menos perfectos que los hijos de Set.
Según el texto bíblico Abraham no aparece involucrado para nada con la descendencia de Caín y parece que su descendencia se encuentra más directamente involucrada con los descendientes de Set; el texto sagrado insiste que los hijos de Dios son poseedores del espíritu divino de manera más plena, de modo que los hombres también deben descender de Abraham, para garantizar que los hombres también son poseedores del espíritu divino.
El texto sagrado es muy preciso en decir que la raza humana no desciende de varias parejas, es decir la poligénesis, sino que desciende de la monogénesis y presenta desde Adán 10 generaciones acomodas teológicamente, indicando con esto que estas generaciones trataron de guardar los mandamientos de Dios y es posible que existieran más de 10 generaciones desde Adán hasta el diluvio; el numero 10 tiene un valor simbólico que representa la ley, pero existieron muchas más generaciones antes del diluvio.
Los atlantes son un ejemplo de estas generaciones, pero a la par de ellos, existieron otras culturas y civilizaciones con tecnología mucho más adelantada que la que tiene nuestra civilización de hoy en día; estas generaciones representan la primera humanidad que llega hasta el diluvio de Noé y que simbólicamente John Henry Builes le da una cifra de 12 mil años, pero se intuye que pudieron ser miles de años atrás; luego la cifra de 12 mil años del diluvio hasta nuestros días puede corresponder con la realidad y 12 mil años desde nuestra civilización en el futuro que también responden a un tiempo simbólico porque pueden ser millones de años y todo esto para obtener un número 9, que es el numero simbólico de la humanidad en imperfección pero tendiendo a la perfección:
              12000 X 3 = 36000 = 9
Los escritos antiguos nos hacen referencia a que los personajes antediluvianos vivían muchos más años que nosotros y haciendo referencia a los atlantes, porque posiblemente esta civilización dio origen a los sumerios, egipcios, griegos y babilonios entre otros pueblos.
El autor insiste en que los atlantes sabían que nuestra galaxia es gigantesca, que el eje de la Tierra algún día, cambiaría y con todos estos conocimientos el espíritu divino terminó por extinguirse en los atlantes, convirtiéndose en una civilización despreciable.