Dios crea una hembra primigenia, excepcional con un cierto parecido a las mujeres;
dentro de esta hembra, implantó una célula germinativa, producida por la unión
del óvulo y el espermatozoide. De esta primera célula, nació un hombre y luego
que este hombre alcanzó la edad reproductiva, toma uno de sus espermatozoides y
lo deposita en la hembra primigenia o la Eva bestia, y en el vientre de esta hembra bestia,
crea un óvulo en sus causas primeras y se inicia una célula germinativa que
daría origen a la primera mujer, conocida como la Eva humana.
Caín nació de la unión de Adán con la Eva bestia, la cual
aportó un óvulo ancestral, con cromosomas y genes de los animales, sometiendo
la especie humana a una contaminación o hibridación con los genes de los
animales.
Adán
se une con la Eva humana, que es su verdadera mujer, con la cual engendra un
hijo que en la Sagrada Escritura vamos a conocer con el nombre de Abel, quien nace con el espíritu divino y por
lo tanto con los dones sobrenaturales, preternaturales y naturales a plenitud y
podemos decir que no existe la hibridación de los genes animales, por lo que
según la Sagrada Escritura se puede decir que es un hijo de Dios puro.
Por
la hibridación Caín es un ser inclinado al mal y esta es la causa por la cual
mata a su hermano Abel; Caín sufre el ardor y el impulso de las pasiones en su
propio interior como consecuencia del pecado que cometió su padre Adán, pero
tiene la posibilidad de hacerle frente e inclinarse al bien.
A
la muerte de Abel, la primera mujer, que es la Eva humana, se encuentra encinta
del tercer hijo de Adán: Set, quien también es un legítimo hijo de Dios y que se
encuentra libre de la hibridación de los genes animales.
Luego
de la muerte de Abel, Adán toma una actitud de rebeldía contra Dios y se negó a
engendrar nuevos hijos para Dios, pero luego se arrepiente y busca a su legítima
mujer: la Eva humana y engendra nuevos hijos, que son conocidos
como los hijos de Dios en
la Sagrada Escritura y que tienen parte de los dones sobrenaturales, los dones
preternaturales y los dones naturales a plenitud.
Por su parte Caín alcanzó a unirse a la hembra primigenia antes que su padre Adán la matara y extinguiera su especie, produciendo una especie de hombres y mujeres híbridos y la especie se degenera aún más y podemos decir que de esta unión solo se obtuvieron animales con un pequeño rastro del espíritu divino;
esta raza terminó por extinguirse.
Surgió una nueva raza híbrida, que se produjo de la unión de Caín con una hija directa de Dios, es decir, una hembra que había nacido de la unión de Adán y de la Eva humana, es decir en el sentido estricto de la palabra, una media hermana de Caín; de este modo se produce una raza híbrida entre los hijos de Adán y los hijos de Caín; de modo que tenemos dos razas: la primera es una raza pura que desciende de Adán y tiene el espíritu divino con pureza y son denominados en la sagrada escritura los hijos de Dios,
y la raza que brota de la unión de Caín con una hija de Dios y son conocidos
como los hijos de los hombres; con el tiempo los hijos de los hombres y los hijos de
Dios se van a mezclar dando origen a una nueva raza.
De
este modo tenemos tres razas: los hijos de Dios que son una raza pura, los
hijos de los hombres que son una raza hibridada y desmejorada al encontrarse
contaminada con los genes animales, y la tercera que es la raza que ha dado
origen a nuestra especie humana y es la unión entre los hijos de Dios y los
hijos de los hombres.
Con
la herencia de Caín entraron las enfermedades y las taras y deficiencias en la
raza humana, perdiendo las capacidades con las cuales habíamos sido creados.
De
modo que todos descendemos de Adán y heredamos parte del espíritu divino, pero
también descendemos de Caín y heredamos los genes animales que se manifiestan
en una debilidad de nuestra raza humana.
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