domingo, 28 de octubre de 2018

Resumen del libro de John Henry Builes “Historia primitiva de la humanidad” Gn 4,13-26a



La descendencia de Caín empieza a multiplicarse y se crea un pueblo que se denominan los quenitas, y a los descendientes de Caín los vamos a conocer como los “hijos del hombre”; los hijos de Dios que son los descendientes de Set, empiezan por extinguir a los hijos de los hombres persiguiéndolos, pues ya hemos visto que los hijos de Dios son de naturaleza superior a los hijos de los hombres.

Caín, hibridado con los genes animales, toma por esposa a una auténtica hija de Dios y mejora la especie, por lo que la descendencia de Caín se recuperó notablemente y de esta descendencia tenemos a Enoc, que era un hombre superior a su padre, por tener descendencia de una hija directa de Dios.

Uno de los hijos descendentes de Caín se llama Lamec, en quien van a prevalecer los genes animales, se puede considerar un hombre inicuo que dio inicio a la poligamia y no tenía contemplación para asesinar a otras personas.

Los descendientes de Caín se dedicaron especialmente a tres artes:
* los descendientes de Yubel practicaban la música especialmente con instrumentos hechos de los carneros;
* otros se dedicaron a ser pastores y
* otros a ser forjadores de hierro con Lamec y su hijo Tubalcaín.

Esta es la descendencia de Caín que se multiplicó a través de muchos descendientes formando grandes pueblos conocidos como los hijos de los hombres por su condición de inferioridad con respecto a los hijos de Dios.

Los hijos de Dios son los descendientes de Set, que rápidamente procuraron el progreso material, industrial, cultural y al principio los hijos de Dios se dedicaban a dar culto a Dios pues no se hibridaban con los hijos de los hombres por lo que no se habían despertado la furia de sus pasiones.

El nieto de Adán, Enos, diferente a Enoc, fue quien primero empezó a invocar el nombre de Dios, pero en la medida que empezó el hibridaje con los hijos de los hombres, los hijos de Dios empezaron a perder progresivamente sus dones sobrenaturales, sus dones preternaturales y sus dones naturales también se vieron afectados.



Los hijos de Dios fundaron ciudades como la Atlántida y parecían súper hombres y súper mujeres, por las capacidades que tenían y por su gran inteligencia que les permitió desarrollar civilizaciones superiores a la nuestra; en la medida que los hijos de Dios se degeneraban, los hijos de los hombres sufrieron una recuperación significativa con el hibridaje con los hijos de Dios; de modo que fue surgiendo una humanidad con el arrebato de las pasiones de Caín, pero con la inteligencia de los hijos de Dios.

El libro nos resalta que Caín hizo frente a sus pasiones y las dominó, por lo que consiguió ser un ser elevado y de admiración, mientras Lamec se dejó arrastrar por el impulso de ellas y se convirtió en un ser bajo que llevó a la humanidad a la declinación del bien, al egoísmo y a obrar por instintos.

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