viernes, 21 de septiembre de 2018

Resumen del libro de John Henry Builes Gen 2,21-25



  • Adán y la primera mejer se conservaron en estado de inocencia y de justicia original antes de cometer el primer pecado dañando la relación con Dios.
  • Adán nació puro e inmaculado y aunque él no se hibridó directamente, por su rebeldía se incubó en su corazón, afectando su espíritu y afectado su cuerpo sin perder sus dones naturales, preternaturales, pero quedando afectados y perdiendo totalmente sus dones preternaturales.
  • La primera mujer nació inmaculada pero se vio comprometida con las consecuencias degradantes y negativas de la culpa original; de modo que con el pecado de Adán se inoculó el germen de la corrupción en el mundo material, que se desprende del mundo espiritual.
  • Este germen fue introducido por los ángeles caídos cuando se alejaron de Dios, mediante su rebeldía corrompiendo su misma naturaleza espiritual; el pecado nació en el mundo espiritual y con la voluntad del hombre, se contaminó el mundo material, corrompiéndose la creación material junto con el mismo hombre, de modo que la primera mujer o la Eva humana, aunque no fue culpable directamente de error y de pecado alguno, debió sufrir las consecuencias del pecado del primer hombre junto con toda la creación.
  • Otra idea importante que se nos narra, especialmente en el versículo Gn 2,20, es la capacidad que tiene el hombre para poner nombre a las cosas; esto es signo y señal de pertenencia y dominio sobre las cosas, animales o personas.
  • Adán es el señor de la Tierra, por lo que a él le corresponde poner nombre a todo lo que existe; es decir, el texto Sagrado nos dice que Dios puso toda la obra de la creación en manos del hombre y se encuentra subordina a él, por lo que el hombre se convierte en legítimo administrador de todo lo que Dios ha creado.


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