- Adán y la primera mejer se conservaron en estado de inocencia y de justicia original antes de cometer el primer pecado dañando la relación con Dios.
- Adán nació puro e inmaculado y aunque él no se hibridó directamente, por su rebeldía se incubó en su corazón, afectando su espíritu y afectado su cuerpo sin perder sus dones naturales, preternaturales, pero quedando afectados y perdiendo totalmente sus dones preternaturales.
- La primera mujer nació inmaculada pero se vio comprometida con las consecuencias degradantes y negativas de la culpa original; de modo que con el pecado de Adán se inoculó el germen de la corrupción en el mundo material, que se desprende del mundo espiritual.
- Este germen fue introducido por los ángeles caídos cuando se alejaron de Dios, mediante su rebeldía corrompiendo su misma naturaleza espiritual; el pecado nació en el mundo espiritual y con la voluntad del hombre, se contaminó el mundo material, corrompiéndose la creación material junto con el mismo hombre, de modo que la primera mujer o la Eva humana, aunque no fue culpable directamente de error y de pecado alguno, debió sufrir las consecuencias del pecado del primer hombre junto con toda la creación.
- Otra idea importante que se nos narra, especialmente en el versículo Gn 2,20, es la capacidad que tiene el hombre para poner nombre a las cosas; esto es signo y señal de pertenencia y dominio sobre las cosas, animales o personas.
- Adán es el señor de la Tierra, por lo que a él le corresponde poner nombre a todo lo que existe; es decir, el texto Sagrado nos dice que Dios puso toda la obra de la creación en manos del hombre y se encuentra subordina a él, por lo que el hombre se convierte en legítimo administrador de todo lo que Dios ha creado.
viernes, 21 de septiembre de 2018
Resumen del libro de John Henry Builes Gen 2,21-25
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