jueves, 18 de enero de 2018

Nuestra humanidad de la Segunda Tierra, el fin último y el término de todo Según John Henry Builes.


Dentro de todo lo que hemos estado analizando en todos estos artículos, con las manipulaciones genéticas de las personas de la Primera Tierra, podemos decir que se presentaron mutaciones, variaciones y aceleraciones y retrasos provocados en los códigos genéticos.

Cada organismo vivo, desde un helecho arborescente, hasta el hombre, dispone de un código genético en el interior de cada célula, una serie de cromosomas que tienen la forma de una pequeña vara, donde se contiene toda la información genética hereditaria de cada organismo en particular; cuando la célula masculina fertiliza la célula femenina, los dos grupos de cromosomas se combinan y luego se dividen, teniendo las mismas características de las células de los progenitores.

En la actualidad es posible la manipulación genética y se puede hacer inseminación artificial aún entre especies diferentes. Es muy posible que los científicos ya dispongan de técnicas para clonar al ser humano, como lo hacían los hombres y mujeres de la Primera Tierra. Hoy los científicos tienen la posibilidad de tomar el material nuclear de cualquier célula humana e introducir, los 23 pares de cromosomas completos en el óvulo femenino, para concebir y dar a luz un ser predeterminado. En la fecundación normal, los cromosomas del padre y de la madre se mezclan y se dividen hasta formar un par de 23 cromosomas cada uno, dando origen a una nueva especie; pero en la clonación, la descendencia es una réplica exacta de un grupo de cromosomas que no se ha dividido. Lo que indica que existe la posibilidad de crear una réplica exacta de cualquier persona.

Otro proceso más sofisticado dentro de la clonación, se conoce como “fusión celular”, es decir, que células de diferentes procedencias se pueden fundir, en una súper-célula, conservando dentro de su núcleo una serie de cromosomas emparejados. Al dividirse la célula, la mezcla de núcleos y cromosomas y dentro del proceso de fusión, las células se pueden dividir en dos células, cada una de ellas genéticamente completa, y a la vez cada una con nuevos códigos genéticos, diferentes a las células de los progenitores.

En palabras más sencillas, esto significa, que los científicos pueden realizar combinaciones que aparentemente parecen irreconciliables; como un perro con un gato, o un león con un águila, creado los famosos mitos del hipogrifo. Al tratar de fusionar las células de un perro con un gato, el ser resultante, no será ni gato ni perro, será una criatura nueva.

De modo, que con esta tecnología genética se pueden hacer cosas muy bellas, como extraer un gen particular de una bacteria y crear un poderoso anticuerpo u otras características añadidas, como también crear monstruos y cosas realmente espantosas, salidas de los laboratorios científicos.
Con lo visto anteriormente, debemos suponer que los habitantes de la Primera Tierra gozaban con técnicas más adelantadas para hacer estas cosas que las que han podido lograr nuestros científicos de la Segunda Tierra y de la superficie del planeta; es de suponer que conocían las diferentes posibilidades de combinar los cromosomas, preseleccionados para obtener un resultado genético querido en los laboratorios; estos procesos, se les puede dar el nombre de clonación, fusión celular, trasplantes genéticos y otra clase de métodos que superan nuestra capacidad actual.

Según el sacerdote babilonio Beroso, un dios antiguo llamado Belo, engendró seres espantosos, pues según él parecían hombres con dos alas o algunos hombres con dos cabezas; se veían figuras humanas con patas de cabra; otros tenían pies de caballo; caballos con cabeza de perro y toda clase de combinaciones posibles, que han quedado muy bien descritas en los mitos antiguos; como los centauros, faunos, sátiros, entre otros. 

De estos ensayos en los laboratorios, conservamos una réplica en la esfinge de Gizeh, donde hay un león con un cuerpo desproporcionado, que tiene la cabeza de un faraón; es posible que algunas de estas criaturas superficiales hayan sobrevivido algún tiempo, pero que con toda seguridad hayan sido incapaces de reproducirse, por lo que terminaron por extinguirse. 

En los textos sumerios se nos habla de seres deformes creados por Enki y Ninhursag. Se dice que Enki produjo en los laboratorios hombres y mujeres con grandes deficiencias, como personas de ojos débiles y manos temblorosas, con deficiencias cardiacas y con otro tipo de características negativas para el ser humano.

Dicen estos textos sumerios, que Enki creó al ser humano y lo llamó Adapa, que supuestamente sería un homólogo de Adán. Ya hemos visto, que dentro de los mitos, cosmogonías y relatos de dioses, hay parte de verdad y todo no puede ser fruto de la imaginación de algún exaltado. Es posible que en los laboratorios pudieran crear especies nuevas y que todos estos adelantos de ingeniería, hayan dado origen a muchos mitos sobre la creación de los hombres por parte de los dioses en sus laboratorios. Cuando la humanidad perdió parte de su cultura y los hombres se adentraron en un proceso de retroceso en la civilización (parecido al país de los simios), otros pueblos, años en el futuro, trataron de explicar lo que no entendían a través de los mitos; como las historias sumerias de la creación del hombre por parte de los dioses. Los relatos de la creación del hombre y de la mujer en los escritos asirios no son más que meros mitos que mezclan la imaginación con la realidad.

De lo anterior podemos expresar que de la cantidad de seres que empezaron a salir de los laboratorios de los hombres de la Primera Tierra, no es extraño, que las generaciones posteriores, al tratar de explicar el misterio de la aparición del hombre y la mujer sobre la faz de la Tierra hayan tratado de crear mitos, convencidos de que estos aparentes dioses hicieron nacer el hombre de los laboratorios y de la manipulación genética. Para crear estos mitos pudieron haber echado mano de personajes y de nombres reales, que se hicieron pasar por dioses y que no fueron más que los seres humanos de la Primera Tierra jugando a ser dioses. Pudo haber sido toda una familia real importante de la Primera Tierra que crearon el mito de Anu y de toda su descendencia y prodigios; pues con la tecnología que poseían, no es muy arriesgado pensar que se les haya confundido con seres de otro planeta.

Los textos sumerios nos relatan, que una hembra del homo-erectus, fue fertilizada con los genes de un dios anunnaki, que posteriormente se implantó en el útero de la esposa de Enki; luego de nueve meses, esta mujer toma la criatura nacida de su vientre y exclama: “¡he creado!, ¡mis manos lo han hecho!”; posteriormente de obtenido el modelo llamado “Adapa”, se implantaron duplicados en los úteros de otras mujeres, que se sometieron al proceso de embarazo y parto; según los escritos sumerios siete de estas mujeres engendraron varones y siete engendraron hembras y de este modo el homo-sapiens apareció sobre la Tierra de un momento a otro.

Según los textos sumerios la creación del hombre y la mujer que salió de los laboratorios tuvo lugar en una región que se llamó Apsu, que se encontraba en el mundo inferior o en el lugar de las minas.

Como hemos visto anteriormente, el relato sumerio puede estar haciendo referencia a los experimentos de los laboratorios y a la posible clonación de hombres y mujeres que realizaron los habitantes de la Primera Tierra, para aligerar su trabajo en las minas, pero también en el cultivo de los campos y en otras obras de la industria donde se requería un gran esfuerzo físico. Es sabido que el libro apócrifo de Enoc, nos menciona que fueron creados casi 500 gigantes para las guerras y muchos de ellos salieron de los laboratorios y de la ingeniería genética de los habitantes de la Primera Tierra.

Los textos sumerios nos dicen que en el lugar puro, es decir, el planeta Nebiru, la morada de Anu, antes de este soberano ya habían existido 21 parejas divinas y Anu era uno de los sucesores en el trono de este lugar puro. Con toda seguridad los habitantes de la Primera Tierra al emigrar al planeta Nebiru, establecieron allí una amplia civilización, que duró varios miles de años y que luego regresaron a la Tierra y estuvieron en contacto con los sumerios, haciéndose pasar por dioses y sometiendo a los pueblos de esta región a trabajos forzados de minería, de agricultura, de pastoreo y de otras labores. Anu y todos los soberanos anteriores del planeta Nebiru, no son más que habitantes de la Primera Tierra que en un momento dado con su gran tecnología, descubrieron que el planeta Nebiru, podría ser habitado y colonizado y por lo tanto, emigraron a este lugar y establecieron sus colonias y pasados miles de años, decidieron regresar nuevamente a la Tierra en busca de recursos minerales para su nuevo hogar, el planeta Nebiru.

Hasta antes de 1780, se creía que existían siete planetas o miembros de nuestro Sistema Solar: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno; la Tierra no se contaba como planeta, pues se pensaba que los otros cuerpos celestes le daban la vuelta a la Tierra; de esta concepción del universo se formaron los siete días de la semana: el Sol, le dio el nombre al domingo; la Luna le dio el nombre al lunes; Marte le dio el nombre al martes; Mercurio le dio el nombre al miércoles, Júpiter le dio el nombre al jueves; Venus le dio el nombre al viernes; Saturno le dio el nombre al sábado.

Solo después de la muerte de Nicolás Copérnico y publicado su libro, describiendo la realidad de que la Tierra gira en torno al Sol, los conceptos astronómicos empezaron a cambiar; pues anteriormente concepciones griegas y romanas creían que el Sol giraba en torno a la Tierra, que la Tierra era plana, que se encontraba abovedada en los distantes cielos y que las estrellas se encontraban fijas en el firmamento, como pegadas en una bóveda azulada, que era compacta. 

Esta concepción de la Tierra provenía de obras como Ptolomedo, un astrónomo de Alejandría del siglo II a. C., pues consideraba que el Sol, la Luna y los demás planetas restantes se movían en círculos alrededor de la Tierra.

Los sumerios tenían una concepción totalmente diferente a esta idea, que seguramente se fue perdiendo con el paso de los años. Tenían un calendario solar-lunar de 365 días; tenían un término astronómico llamado “dub”, que significaba “circunferencia del mundo” de 360 grados; en sus cálculos astronómicos  y matemáticos crearon el “anur”, que significa “una línea imaginaria horizontal celeste”, con respecto a la cual podían hacer otros cálculos; también existía el concepto de una línea imaginaria perpendicular llamada “nubusarda”; y con estas dos líneas trazaron líneas imaginarias, que hoy conocemos como meridianos y paralelos; sabemos que los paralelos tienen como puto de referencia la línea ecuatorial y los meridianos tienen como referencia al meridiano de Greenwich. A los meridianos los llamaban “los yugos graduados” y a las latitudes las llamaban “líneas medias del cielo”.

Los sumerios fueron los primeros en dividir los cielos en septentrional, central y meridional y agrupar las estrellas en 88 constelaciones. Existían tres bandas o caminos; el primero era el camino de Enki, el camino meridional; el camino central era la banda de Anu y el camino septentrional era el camino de Enlil. La banda central que hoy se identifica con las doce constelaciones del Zodiaco, concordaba exactamente con el camino de Anu, al cual los sumerios llamaban “las estrellas en doce casas”.

En algún momento se creyó que el conocimiento de las constelaciones lo habíamos heredado de los griegos; pero ya hemos visto suficientemente que este conocimiento viene de los sumerios, que dieron el nombre a doce constelaciones de la siguiente forma:

1.   Guanna- Toro celeste- Tauro
2.   Mashtabba- gemelos- Géminis
3.   Dub-Pinzas, tenazas- Cangrejo
4.   Urgula- León- Leo
5.   Absin- El padre de esta mujer se llamaba sin- Virgo
6.   Zibaanna-Destino celeste- La balanza o Libra
7.   Girtab-Lo que pinza y corta- Escorpio
8.   Pabil-Defensor, El Arquero- Sagitario
9.   Suhurmash-Pez-cabra- Capricornio
10.                Gu- Señor de las aguas, el aguador-Acuario
11.                Simmah- Peces- Piscis
12.                Kumal- Morador del campo, carnero- Aries

Hasta antes de 1925, los astrónomos solo aceptaban la existencia de 19 constelaciones, que habían sido referidas por Ptolomedo, pero con los progresos científicos se reconocieron 28 constelaciones, que los antiguos sumerios denominaban el camino de Enlil.
En al año de 1900 el investigador T.G Pinches informó en la Royal Asiatic Society, que había logrado reconstruir un astrolabio mesopotámico. Mostró un disco circular, dividido como una torta en doce secciones y tres anillos concéntricos, dando como resultado 36 porciones; cada sección tenía el nombre de un mes escrito en él; y cada una de las porciones de las 36 en las que se dividía el disco, tenía un circulito con un nombre debajo dando a entender que representaba un cuerpo celeste y la conclusión a la que han llegado muchos, es que son los nombres de constelaciones, de estrellas o de planetas.

A cada cuerpo celeste también le correspondía un número, en los anillos interiores los números van de 30 a 60; en el anillo central del 60 al 120 y en el anillo exterior del 120 al 240. Cincuenta años más tarde el astrónomo y asiriólogo O. Neugebauer, dijo que este disco representaba un mapa celeste y que cada uno de los segmentos representaba una constelación y otro experto en estos temas, dijo que los números estaban relacionados con la duración de la luz diurna.

Con las nuevas interpretaciones de los escritos sumerios, se ha determinado que el disco representa una circunferencia de 360 grados. Que los números asociados al camino de Enlil, están representados en los cielos septentrionales que se extienden por 60 grados desde el polo Norte, bordeando el camino de Anu en los 30 grados por encima del Ecuador. El camino de Anu era equidistante en ambos lados del Ecuador, llegando a los 30 grados por debajo de este; después al sur y en el polo sur se encontraba el camino de Enki y también la línea imaginaria se encontraba a los 30 grados sur, cerca al polo Sur.

En este disco los números de las secciones del camino de Enki suman 180 grados y se conoce con el nombre de Addaru, que corresponden a los meses de febrero y marzo, y Ululu a los meses de agosto y septiembre. El único punto que está a 180 grados del Polo Norte, tanto si se va al sur por el este, o si vamos por el oeste, es el Polo Sur.

Lo anterior refleja un fenómeno llamado “precesión”, que es el bamboleo del eje de la Tierra norte-sur, y que lleva al Polo Norte a que apunte a la Estrella Polar y que el Polo Sur trace un gran círculo en los cielos. El aparente retardo de la Tierra con referencia a las constelaciones de estrellas, suma 55 segundos de arco por año y un grado cada 72 años. Este círculo representa el tiempo que le lleva al Polo Norte volver a apuntar a la Estrella Polar y emplea un tiempo de 25.920 años que se puede traducir en→ 72X360, y a este fenómeno algunos astrónomos lo llaman “el gran año platónico”, pues parece que Platón sabía del fenómeno.

Cada signo zodiacal se demora aproximadamente 2.160 años para cambiar. Debido a la precisión con la que se bambolea el planeta y gira en torno al Sol, en cada equinoccio de primavera hay un retraso de un año hasta llegar a sumar 2160 años. Nuestros astrónomos han establecido el punto cero alrededor del año 900 a.C., cuando nos encontrábamos en Aries, ahora nos encontramos finalizando la era de Piscis y estamos adentrándonos a la era de Acuario.

Estudiando los textos sumerios, los expertos se han dado cuenta que una de las tablillas se encontraba la representación del cambio de era, de la era de Tauro a la era de Aries; es decir, Tauro se encontraba hace unos 4.000 años a.C., y de la misma manera predijeron el cambio de era en nuestros tiempos de Piscis a Acuario.

El profesor Willy Hartner, estudiando las diferentes evidencias gráficas de los sumerios, establece que cuando el equinoccio de primavera estaba en el signo de Tauro, el solsticio de verano se debía encontrar en el signo de Leo para un observador que se encontraba en los 30 grados norte, situado en la ciudad de Ur el año 4.000 a.C. En muchas representaciones pictográficas se ve constantemente luchar al toro con el león, representado el cambio de era.

Estas representaciones no son más que una evidencia de la antigüedad del zodiaco que actualmente tenemos en nuestros días. Según algunos expertos, los sumerios tenían el punto cero del zodiaco entre la constelación del toro la constelación de los gemelos; por lo que se puede llegar a la conclusión que el zodiaco fue diseñado y trazado en la era de Géminis hace unos 5.000 ó 6.000 años a. C., es decir, en los comienzos de la civilización sumeria. En una de las tablillas sumerias que se encuentra en el museo de Berlín, se comienza la lista de las constelaciones zodiacales con la era de leo, que se remonta a unos 11 mil años a.C.

Otro investigador llamado H.V. Hilprecht, estudiando gran cantidad de tablillas de los antiguos sumerios, realizó tabulaciones matemáticas que lo llevaron a concluir que todas las operaciones de multiplicación y división encontradas en los templos de Nippur y Sippar, y en la biblioteca del rey Assurbanipal, en la antigua ciudad de Nínive, se basaban en el numero 12.960.000; analizando este número, llegó a la conclusión de que los sumerios conocían la cifra de 25.920 años, que es lo que aproximadamente se demora la Tierra en hacer todo el recorrido de las eras del zodiaco y que los mayas conocían como “el día galáctico” y que consta de 12.500 años, al igual que una noche galáctica.

También llegó a la conclusión que los sumerios habían hecho una clasificación de 26 estrellas importantes que se podía observar dentro del rango del trópico de cáncer y calcularon las distancias a esas estrellas. Una de las medidas que utilizaron para realizar estos cálculos la llamaron mana shukultu “medido y pesado”, que puede estar haciendo referencia a un método que establecía el paso del tiempo, estableciendo una relación con el peso del agua.

También encontró que el arco de los cielos se comprendía como una circunferencia de 360 grados y que un “beru”, equivalía a 30 grados del arco de los cielos; de modo que al pasar el tiempo, las estrellas que se encontraban para un observador en el Trópico de Cáncer debían de cambiar de posición y lo anterior se medía en berus, con lo que podían calcular la distancia de la Tierra a dicha estrella que era observada.

Luego los investigadores concluyeron que existía un tercer método para calcular la distancia de la Tierra a esas 26 estrellas y señalaron que un beru equivalía a 10.692 metros, es decir, 10.5 km.

Si los antiguos sumerios disponían de tres métodos para medir la distancia que existía de la Tierra a las estrellas, significaba que el tema era de gran importancia para ellos. Es evidente que los habitantes de la Primera Tierra que descienden de Adán podían hacer viajes interplanetarios y tenían avanzados conocimientos matemáticos y astronómicos que les permitían realizar este tipo de viajes. Esta astronomía avanzada fue enseñada por la casa dinástica de Anu, habitantes de la Primera Tierra y descendientes de Adán a los escribanos, que la copiaron y la registraron meticulosamente en lo que nos ha quedado de las antiguas tablillas sumerias.

En las tablillas de los sumerios, se ha encontrado que tenía la concepción de Sol como el pastor de los otros planetas; de hecho, se referían a cualquier planeta o estrella con el término de Mul y al Sol se le di o el epíteto de lubad, que quiere decir “oveja errante”, pero que se puede interpretar también como “el que pastorea”. 

Los expertos también encontraron otro término que los mantuvo en conflicto por mucho tiempo, utilizando la repetición de la palabra MulMul, para indicar una totalidad que comprende varios cuerpos celestes. El investigador Ernest Weidner hizo referencia al camino de Anu y sus doce constelaciones zodiacales, también hacía referencia al camino del Sol y doce cuerpos celestes.

Evidentemente se está haciendo referencia al Sistema Solar. Como el Sistema Solar tenía doce miembros, el panteón de dioses también debía tener doce miembros; el día debía tener doce horas y el mes doce meses. Los estudiosos también han tratado de ver como los sumerios relacionaban las doce constelaciones del zodiaco con los doce planetas del Sistema Solar.

Hay una inscripción de piedra tallada por un rey de la ciudad de Susa, que tiene 24 representaciones y donde se pueden relacionar con los doce signos del zodiaco y los doce cuerpos del Sistema Solar. Recordemos que el número 12 aparece en la antigüedad por todas partes: doce dioses sumerios, doce dioses griegos, doce tribus de Israel, doce piedras preciosas en el pectoral del sumo sacerdote en Israel, etcétera.

El pueblo de los Shem o de “las naves espaciales”, eran algunas de las civilizaciones de la Primera Tierra, que permanecieron en ella o que emigraron a otro planeta, también son las descritas en los textos sumerios y especialmente la casa real de la casa de Anu y sus dos hijos Enlil y Enki.

En los textos sumerios se puede leer claramente, cómo Enlil se quejaba de la propagación del género humano sobre la Tierra y buscaba las formas de diezmar la población y pidió que fuera menguada con plagas y enfermedades, pero esta disposición pareció no tener efecto pues la humanidad siguió su ascenso creciente en número.

De lo anterior podemos intuir, que siempre los más fuertes quieren dominar y destruir a los más débiles; que algunas sociedades de los habitantes de la Primera Tierra, sometieron a otras sociedades más débiles y se hicieron pasar por dioses y con este argumento sometieron a los pueblos más débiles que seguramente eran descendientes de Caín e hijos de los hombres, más débiles que los hijos de los dioses, con los cuales se puede identificar a los famosos anunnaki.

Pero como sus primeras medidas no produjeron el efecto tan deseado en Enlil, se tomaron acciones mucho más angustiosas y cerraron todas las fuentes para adquirir alimentos hasta llevar a las personas a la opción desesperada del canibalismo. Una humanidad hambrienta y desesperada que se comía sus propios hijos, produjo un enfrentamiento entre Enlil y Enki. Enki el protector de la humanidad, promovió la revolución haciendo que la gente no venerase a sus dioses y que hubiera una desobediencia total.

Enki promovió una reunión secreta de ancianos que representaban a la humanidad y dijo que no había podido oponerse a la asamblea de los dioses que habían determinado destruir la humanidad y luego sugirió un plan para poder sobrevivir a lo inevitable.

El plan parecía consistir, en que los trabajadores del mundo inferior, es decir, aquellos que trabajaban en las minas, permitieran alguna forma de alimentar a la población de la superficie y a esto le dieron el nombre de “romper los cerrojos del mar”.

Podemos intuir lo que sucedió por la reacción de Enlil, que mandó un funcionario para arrestar a su hermano Enki y conducirlo a la asamblea de los dioses  y acusarlo de romper los planes de vigilancia y contención de alimentos para matar a la humanidad de hambre. Enlil acusó a su hermano de haber roto los cerrojos del mar, pero Enki se defendió diciendo que esto había sido producto de una insubordinación y que ya había castigado a los culpables, pero Enlil no se dio por satisfecho con la respuesta de su hermano y pidió a la asamblea de los dioses que Enki dejara de alimentar a la gente. Enki estalló en risas en medio de la asamblea de los dioses y se produjo el desorden. Se presentaron acalorados gritos entre Enki y Enlil, quien también acusó a su hermano que no dejaba de calumniarlo.

Cuando la asamblea recuperó el orden y Enlil tomó nuevamente la palabra, les recordó a todos sus colegas que ya se había tomado una decisión unánime para exterminar al hombre haciéndoles un repaso desde la creación del trabajador primitivo y las muchas veces en que Enki había roto las normas, y dijo que existía una nueva forma de condenar a la humanidad y se debía a que una catástrofe se avecinaba sobre la Tierra, que toda la asamblea debía guardar el secreto y que el príncipe Enki se comprometiera a hacer lo mismo bajo juramento.

Al principio Enki se negó, excusándose ante su hermano y no quería comprometerse en juramento, pero al final fue obligado por todos a realizar el juramento y la suerte quedaba echada para la humanidad. Pero Enlil a través de una jugada de astucia y sin romper el juramento, alertó a uno de sus sirvientes, supuestamente hablándole “a una pared”, pues no se le había prohibido hablar a las paredes.

Mandó a su sirviente que construyera un barco y le dio las instrucciones para hacerlo, incluyendo materiales y medidas precisas, que le permitieran construir una especie de submarino; el texto nos dice que Enki se refería a un barco techado por encima y por debajo y herméticamente sellado con brea dura. No debía tener cubiertas ni aberturas de modo que el Sol no pudiera penetrar en su interior, tenía que ser un barco de Apsu o un Sulili, que debe ser identificado con un submarino.

Cuando las aguas empezaron a engullir la Tierra, los anunnaki ya habían abandonado la Tierra previamente y se pusieron en órbita alrededor de ella. Desde sus naves espaciales contemplaron aterrados el desarrollo del diluvio universal y se vieron tan afectados, que los textos del Gilgamesh nos relatan que cuando la tormenta creció en intensidad, las personas no se podían reconocer y tampoco se podían distinguir desde el cielo. Los anunnaki se encontraban apiñados en las órbitas terrestres, contemplando el espectáculo devastador.

Los anunnaki aglomerados y apretujados en las naves espaciales también sintieron la necesidad de alimentos y empezaron a lamentarse por la gran pérdida que les acababa de acontecer.

Los anunnaki debían abandonar la Tierra cuando el planeta Nebiru se adentrará en el Sistema Solar, produciendo la catástrofe en la Tierra; hemos visto que días anteriores, Anu se había reunido en la Tierra en la asamblea de los dioses y esto también se debió a que el planeta Nebiru se encontraba cerca.

Enlil y Ninurta, acompañados por una elite de anunnakis planeaban reunirse con la nave principal para tratar de regresar a su planeta; pero otros anunnaki no se encontraban dispuestos a hacer esto y apegados a la Tierra y a sus habitantes, estaban dispuestos a desobedecer las órdenes que les había dado Anu. En la nave donde se encontraba Ninhursag y su grupo de anunnakis, se rebatían las ordenes que hubiera dado Anu y donde se encontraba Ishtar, se gritaba que los días de antaño se habían convertido en barro y muchos de los anunnaki lloraban desesperadamente.

Enki se encontraba en otra nave y según sus pronósticos cuando las aguas del diluvio descendieran, el primer pico que debía despuntar de las aguas debía ser el monte Ararat, por lo que le había dado instrucciones a su sirviente que en el submarino se dirigiera hacia ese monte.

Por fin todos los anunnaki se dieron cuenta que era muy difícil emprender un viaje interplanetario hasta alcanzar al planeta Nebiru y deciden regresar a la Tierra encabezados nuevamente por Enlil, y cuando este descubre el submarino en la cumbre del monte Ararat, monta en cólera, pero al final, lo complicado de la situación y la persuasión de Enlil prevalecieron y desde este momento Enlil hizo las paces con el resto de la humanidad.

La orden de Anu de evacuar la Tierra para siempre, respondió a la suposición de los anunnaki, de que después del diluvio, la Tierra quedaría inhabitada para siempre, pero los hechos demostraron que estas suposiciones no fueron ciertas y que al poco tiempo del diluvio se volvió a encontrar hierba verde por todas partes.

Según los científicos y después de hacer perforaciones en el Ártico y en el Antártico, han llegado a la conclusión que el último periodo glacial comenzó hace unos 75.000 años y que luego se produjo un ligero calentamiento hacia el año 40.000, y que después del 38.000 se produjo un periodo glacial más frio y seco que terminó abruptamente hace 13.000 años, dando inicio a un clima más cálido en la Tierra.

Según algunas teorías que explican el diluvio, los vientos que lo produjeron llegaron del sur, pues posiblemente en el hemisferio sur, se produjo la fractura de capas de hilo de más de 2 km. de espesor, que se empezaron a desplazar por el océano, produciendo olas y tormentas, elevando el nivel de los océanos por más de 180 metros de altura.

Según los textos sumerios, el diluvio se produjo cuando la Tierra se encontraba en la era de la constelación del León, que se puede ubicar hace unos 12.000 años atrás. Según los científicos la última glaciación terminó de forma abrupta en el hemisferio sur hace 12.000 ó 13.000 años y en el hemisferio norte hace unos 10.000 años.

Según las tablillas sumerias podemos hacer la siguiente relación de edades que nos llevan hasta la era de Leo.

2.100 después de Cristo a 60 antes de Cristo
2.220 antes de Cristo a 60 antes de Cristo
4.380 antes de Cristo a 2.220 antes de Cristo
6.540 antes de Cristo a 4.380 antes de Cristo
8.700 antes de Cristo a 6.540 antes de Cristo
10.860 antes de Cristo a 8.700 antes de Cristo

De acuerdo a las interpretaciones que hacen algunos de los textos sumerios y que también pueden ser cifras simbólicas o aún mal interpretadas, podemos sacar las siguientes conclusiones sobre los anunnaki.

1.   En el año 445.000 a. C. los anunnaki liderados por Enki, llegaron desde el planeta Nebiru a la Tierra y fundaron la ciudad de Eridú en Mesopotamia.
2.   En el año 430.000 las grandes placas de tierra comenzaron por retroceder y el clima se hizo cálido en el oriente próximo.
3.   En el año 415.000 Enki en el interior de la Tierra funda la ciudad de Larsa.
4.   En el año 400.000 una de las mayores glaciaciones se produce en la Tierra y se funda la ciudad de Nippur, como centro de la misión en la Tierra y establece rutas marítimas hacia el sur de África y se organizan operaciones mineras para la extracción del oro.
5.   En el año 360.000 en la ciudad de Bad-Tibiria se funda un centro metalúrgico de fundición y refinado del oro, y se construye la ciudad de Sippar que sirve de centro aeroespacial y también se fundan otras ciudades.
6.   En el año 300.000 a.C. se presenta el motín de los anunnaki y entre Enki y Ninhursag crean los primeros hombres trabajadores primitivos.
7.   En el año 250.000 el hombre se expande y se multiplica en todos los continentes.
8.   En el año 200.000 la vida en la Tierra sufre una tremenda disminución por un nuevo periodo glacial.
9.   En el año 100.000 la vida en la Tierra se expande nuevamente y los anunnaki se hibridan con los hombres naturalmente.
10.                En el año 77.000 a.C. el primer humano llamado Ubartutu/Lamek, de parentesco de los anunnaki asume la corona de la ciudad de Shuruppak, con la ayuda de Ninhursag.
11.                En el año 75.000 comienza una nueva glaciación en la Tierra y especies regresivas colaterales al homo-sapiens vagan por la Tierra.
12.                En el año 49.000 comienza el reinado del rey Ziusudra, un fiel servidor de Enki.
13.                En el año 38.000 se endurecen nuevamente las condiciones climáticas, que empiezan a diezmar la humanidad, haciendo desaparecer al Neanderthal en Europa y solo puede sobrevivir el hombre de Cromagnon que se establece en oriente próximo; Enlil y los demás anunnaki quieren exterminar la humanidad.
14.                En el año 13.000 antes de Cristo los anunnaki, prevenidos de la inundación abandonan la humanidad a su suerte y el diluvio universal de la Tierra pone fin súbitamente a la última glaciación.
         
De lo anterior y según los textos sumerios, con el diluvio, el esfuerzo de 120 Shar’s (120 X 3600), en una sola noche como lo narra Platón en sus diálogos había desaparecido toda una civilización en la Tierra construida a través de muchísimos años. Según nos dan a entender los textos sumerios, las minas del sur de África, las antiguas ciudades; el centro aeroespacial de Nippur y Sippar habían quedado enterrados bajo lodo y agua.

Al ver todo destruido, los anunnaki comprendieron que debían instruir nuevamente lo que quedaba de los seres humanos y  preservar los animales y las plantas, para volver a comenzar desde cero. Empezaron a promover que la humanidad se multiplicara rápidamente, para que pudiera desarrollar la agricultura y la domesticación de animales, para que hubiera prontamente alimento disponible para ellos. Según algunos científicos, la agricultura se desarrolló con mayor fuerza cuando la última glaciación llegó a su fin hace unos 13.000 mil años.

Siguiendo el rastro de la aparición de la agricultura los científicos han llegado a la conclusión que se originó en el oriente próximo. Los textos sumerios nos dicen que Enlil fue el primero en hacer sembrar cereales, en los terrenos de las colinas montañosas, porque los terrenos de las llanuras se encontraban anegados de agua todavía; de hecho el nombre de la ciudad de Elam en Mesopotamia significa “la casa donde la vegetación germinó”; también los textos nos dicen que dos de los ayudantes de Enlil, Ninazu y Ninmada, ampliaron los cultivos, para que el país de Sumeria también conociera el grano.

Los sumerios decían en sus escritos de piedra cuneiforme, que las semillas fueron un regalo de Anu desde el planeta Nebiru y que la domesticación de animales y la agricultura se le deben a Enlil y a Enki.

Ya hemos dicho que grupos de seres humanos emigraron al planeta Nebiru y que este se acerca a la Tierra cada 3.600 años, con lo que se hace posible que los habitantes de este planeta puedan influenciar más profundamente la Tierra cada cierto periodo de tiempo. Debemos también suponer que los habitantes de este doceavo planeta del Sistema Solar, progresen de manera proporcionada como lo hacemos nosotros, por lo que debemos suponer que su tecnología se encuentra mucho más adelantada que hace 3.600 años.

Según los textos sumerios el planeta Nebiru se acerca nuevamente a la Tierra y también se han incrementado el avistamiento de OVNIS, que puede ser generado de alguna forma por una histeria colectiva y que muchos de los avistamientos no sean  más que la imaginación exaltada de muchas personas obsesionadas por el tema, lo mismo que los OVNIS que se han visto entrar o salir de las profundidades de las aguas, pero también es arriesgado atreverse a afirmar que en todos estos fenómenos no hay parte de verdad.

Suponiendo que algunos seres humanos de la Primera Tierra vivían en el planeta Nebiru o en otro planeta y que cada 3.600 años realizan una influencia significativa sobre la humanidad que vive en la superficie del planeta, debemos decir, que hace 12.000 años cuando se produjo el diluvio universal, posteriormente se desarrolló la agricultura, gracias a un empujón de estos habitantes de la Primera Tierra y se produjo un estancamiento prolongado de los habitantes de la Primera Tierra hasta que hace 5.000 años antes de Cristo aparece una civilización repentina que se llamaron los sumerios y de los cuales hemos hecho repetidamente mención en estos escritos.

En la epopeya Mesopotámica del Etna, se nos describe que los dioses sumerios crearon la monarquía para mantener un mejor control de la humanidad a través de un soberano humano y en muchos de los escritos anteriormente referidos se nos dice que los anunnaki volvieron hacer reconstruir las ciudades en los lugares que se encontraban antes del diluvio universal y por lo tanto, la ciudad de Eridú  fue la primera en ser reconstruida y los dioses le dijeron a los hombres, que esa ciudad fuera el nido y el lugar donde la humanidad pudiera reposar y pudiera volver a tener su origen y que el rey pueda ser un verdadero pastor de su pueblo.

Según los escritos sumerios, la primera ciudad real del hombre en la Tierra después del diluvio fue la ciudad o el reino de Kis. Esta ciudad aparece con un rey humano que ya no es anunnaki ni emparentado con ellos y su nombre fue cambiando con el trascurso de los años y con el surgimiento de nuevos pueblos en la región; unos de los primeros nombres que recibió fue Uruk, luego Ur, Awan, Hamazi, Aksak, Acad y más tarde Assur hasta llegar a lo que conocemos como Babilonia y ciudades más recientes.

La biblia cristiana nos dice que luego del diluvio universal la humanidad desciende de tres ramas que provienen de los hijos de Noé: Sem, Jafet y Cam. Los hijos de Sem o semitas habitaron Mesopotamia y las tierras del oriente próximo; los hijos de Cam Habitaron África y una parte de Arabia y los hijos de Jafet fueron los indoeuropeos, que habitaron Asia Menor, Irán, la India y Europa.
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Posiblemente unos 500 años después del surgimiento de los sumerios, tuvo origen la primera civilización del valle del Nilo, que después se conocerían con el nombre de egipcios.

Hay muchas posibilidades para considerar, que los sumerios fueron los grandes iniciadores de la civilización egipcia, pues en los jeroglíficos que se encuentran en muchas de sus columnas se nos relata que un dios muy grande apareció en tiempos antiguos y encontró aquella tierra bajo el agua y el lodo, y este personaje empezó con grandes obras de construcción y restauración en la región, empezando desde, debajo de las aguas.

Charles Foster en 1852 hablando del primitivo lenguaje de la humanidad presentó en su libro, la idea de que todas las lenguas antiguas descifradas hasta entonces, incluyendo el chino primitivo, provenían de una única fuente primitiva.
Hoy sabemos que esa fuente primitiva es la antigua sumeria. Se han encontrado pictogramas parecidos, que tienen significados similares en varios lugares diferentes y que comparten sonidos fonéticos comunes también, que nos hacen pensar en un origen común. Algunos expertos han descubierto que las primeras inscripciones egipcias, empleaban un lenguaje que denotaba una escritura previa anterior y sabemos que en el único lugar donde se desarrolló la escritura después del diluvio y en los habitantes de la Segunda Tierra, fue en la antigua Sumeria.

De este modo, debemos pensar que todas las lenguas de la humanidad se derivan de tres familias lingüísticas que son: la mesopotámica, la egipcia-camita y la indoeuropea y que por motivos del paso del tiempo, y de distanciamiento en los lugares geográficos, las diferentes lenguas de la humanidad, tomaron caminos separados.

Según los textos sumerios Enlil, tomó una política imperialista que dividirá la humanidad, creando diferentes lenguajes e impidiendo que los seres humanos pudieran comunicarse entre ellos, pues un pueblo unido puede representar un verdadero problema para ser gobernado; la humanidad parecía ser un grupo que alcanzaba niveles culturales muy acelerados, que podían poner en aprietos a los dioses que se encontraban en un acelerado declive.

La rivalidad que existía entre los dos hermanos Enlil y Enki por la supremacía, fue heredada por sus descendientes, por lo que se forjaron luchas feroces entre ellos. Por este motivo los reyes intentaban mantener la paz entre sus hijos, dividiendo los territorios y dándole a cada uno un territorio para que fuera gobernado y evitar disputas y los textos sumerios nos dejan claro que un hijo de Enlil, llamado Ishkur/Adad fue apartado a una región montañosa deliberadamente por su padre, para librarlo de las contiendas con los demás hermanos.

Con el trascurso del tiempo los anunnaki se convirtieron en señores, guardando celosamente su territorio, su industria y sobre lo que se les había dado dominio y a la vez se establecieron los reyes humanos que eran intermediarios entre los dioses y la humanidad, mientras ésta seguía creciendo y expandiéndose; de muchos dioses provenían las órdenes para hacer la guerra, para conquistar nuevas tierras y para sojuzgar pueblos distantes.

Con la proliferación de los pueblos, de los estados, de las ciudades y de las villas en la Tierra, se hizo necesario que cada pueblo tuviera su divinidad a quien obedecer a través de la mediación humana de un rey.

Según los escritos sumerios, los dioses habían divido la Tierra en cuatro regiones y tres de ellas se encontraban en Mesopotamia, el valle del Nilo y el valle del Indo donde se instalaron los hombres, y una de ellas era de acceso restringido, que era una zona en la que no se podía ascender porque habían guardianes con armas súper-potentes que aniquilarían al instante a quien se atreviera a cruzar los lugares prohibidos, a ésta Tierra se le conocía con el nombre  de Tilmun, que significa “lugar de los misiles” y que fue en la zona en la cual los anunnaki volvieron a construir su base espacial después de que Sippar fuera arrasada por el diluvio.

Y nuevamente la zona fue puesta bajo la dirección de Utu/Shamash, el personaje encargado de los cohetes ígneos. Recordemos las narraciones de la epopeya épica del Gilgamesh, que se esforzaron por encontrar el país de la vida y el lugar donde los Shem o las águilas llegaban hasta el cielo.

Según los textos sumerios el hombre primitivo servía a los dioses desnudo, tanto cuando les servía comida y bebida o cuando trabajaba en los campos y en las labores de construcción y los dioses consideraban al hombre como un animal mejorado que les servía sus intereses y esta idea llegó hasta Aristóteles que consideraba a los esclavos como un instrumento que habla.

Que muchas personas en la antigüedad de la Primera Tierra fueron creadas gracias a la ingeniería genética, lo atestigua una inscripción encontrada en las montañas del sur de la ciudad donde se encontraba la antigua Elam. Aquí se encontró una escena en la que se nos muestra una deidad que sostiene un objeto, que pude ser un instrumento de laboratorio del cual brota un líquido.  Este dios puede ser Enki y junto a él se encuentra otra diosa, también sentada y que puede ser la diosa madre y esposa de Enki llamada Ninti y ambos se encontraban rodeados de dioses menores y delante de estos dos personajes se encontraban filas y filas de seres humanos, que son iguales por rasgo general y como hechos con el mismo molde.

Lo más seguro es que hubo muchos hombres y mujeres producto de la clonación que no podían reproducirse entre ellos y que generaron seres imperfectos que no tenían sexo, que eran sexualmente imperfectos o que se encontraban mezclados con genes de animales, o que tenían estaturas de 5 a 7 metros de altura.

En los textos sumerios se nos dice que después de que Adapa fue creado en los laboratorios, se produjeron seres en masa.

Quien maneja el conocimiento, es quien verdaderamente ostenta el poder, y las sociedades o grupos que tienen el conocimiento sobre los elementos de la naturaleza y sobre ciertas técnicas que permiten el desarrollo de la tecnología y de las civilizaciones, tienden a someter a quienes no poseen este conocimiento.

En los antiguos textos sumerios, hay una representación de una serpiente enrollada en un árbol y un sol en uno de sus extremos y la luna en otro extremo; el texto revela que quien concedía el conocimiento a Adapa, era Enki, que se encontraba lleno de conocimientos. Seguramente el Sol, representa a Anu y la serpiente enrollada en el árbol con la luna creciente representa a Enki, el protector de la humanidad.

Enki en los relatos sumerios siempre fue el padre bueno y protector de la humanidad en oposición a su hermano Enlil; es bueno saber que en los relatos del Libro del Génesis, el único de los relatos que no tiene un paralelismo con los textos sumerios encontrados en las tablillas de piedra, es el relato de la caída del hombre y la mujer por engaño de la serpiente y el relato donde más paralelismos encontramos entre el texto de la Sagrada Escritura y los textos sumerios es el relato del diluvio universal.

Según el relato de la Sagrada Escritura Noé descansó el Arca sobre la cumbre del monte Ararat, como lo hizo el héroe sumerio del relato del diluvio.

Noé después del diluvio empleó un cuervo y una paloma, para saber si las aguas habían descendido en su nivel y ya se había despejado la tierra firme y como no obtuvo resultado, hace un nuevo intento con una paloma, que luego regresa con una rama de olivo en su boca, siendo signo que las aguas ya habían retrocedido y que ya había tierra firme muy cerca, pues la paloma es un ave de corto vuelo; pocos días después Noé vuelve a soltar la paloma, pero está ya no regresó.

Luego de que el arca se había asentado en tierra firme, Noé sale del arca y construye un altar a Yahvé y Dios hace una alianza con él de jamás destruir nuevamente la Tierra mediante el agua. 


El héroe de la epopeya del Gilgamesh mesopotámico es Ziusudra, que luego del diluvio fue llevado a la morada celeste de los dioses para vivir allí felizmente para siempre. Cuando Gilgamesh andaba en búsqueda de la inmortalidad llegó por fin al lugar tan anhelado donde le habían dicho que podía encontrarla, y pidió consejo a Utnapistim sobre el tema de la vida y de la muerte; este dios le desveló a Gigamesh el secreto de la prolongación de la vida en la humanidad antes del diluvio y le dijo que el secreto de la supervivencia era una materia oculta para los dioses y que se encuentra en una planta, que finalmente pierde en su viaje de regreso a su reino.

Utnapistim le revelo a Gilgamesh que antes del diluvio, los dioses habían tenido una asamblea y que habían votado a favor de la destrucción de la humanidad y que este voto y decisión se habían mantenido en secreto, pero Enki lo había buscado a él, el rey humano y fiel servidor Utnapistim quien era el soberano de Shuruppak, para informarle de la calamidad y lo hizo de forma clandestina, es decir, a través de un biombo de junco, y le manda a construir una embarcación que ya hemos dicho que pudo haber sido un submarino.

En el texto de la Sagrada Escritura, Dios advierte a Noé que ha pensado destruir al hombre porque su comportamiento es muy malo y solo parece carne humana, es decir, que solo se comporta como los animales. Noé debe salvarse con su familia y también la simiente de todas las cosas vivas, construyendo un barco con características especiales que le dicta el mismo Dios.

En ambos relatos, tanto Noé como el héroe sumerio, se demoran construyendo el arca siete días; pero esta cifra debe tener más bien un carácter simbólico.  En el relato sumerio del diluvio, el héroe se excusa para construir el barco, porque es un fiel servidor de Enki, lo que lo ha hecho entrar en conflicto con Enlil y por tanto Utnapistim no podía seguir viviendo en Mesopotamia y debía irse al mundo inferior donde vivía Enki. El relato también nos sugiere que antes de la construcción del arca, la zona se encontraba padeciendo una sequía y una hambruna y quería irse a los dominios de Enki, para disfrutar de ricas cosechas, excusa que según las circunstancias que se estaban viviendo no causaba sospechas a nadie.

De esta manera Utnapistim engañó a la gente de la ciudad, para que no le hicieran preguntas en la construcción del arca y matando bueyes, ovejas, vacas y dándoles aceite y vino blanco Utnapistim hizo trabajar a sus obreros más rápido y también el relato nos dice que hasta a niños puso a cargar betunes y breas para impermeabilizar la nave.

Como nos lo dice el relato bíblico, al séptimo día la nave se encontraba terminada y debió hacer muchas proezas para introducirla en los afluentes del río Éufrates y luego subió con toda su familia y parientes, junto con todas las criaturas vivas que tenía, como los animales del campo, las bestias salvajes y también los obreros que habían participado en la construcción de la embarcación submarina.

Enki le dijo a Utnapistim, que cuando Shamash, el encargado de los cohetes ígneos, provocara el temblor al anochecer y se produjera una lluvia de erupciones debía entrar en la embarcación.

Luego se desencadenó la tormenta que venía del sur y que llegaba a gran velocidad sumergiendo montañas y sorprendiendo a la gente inadvertida de la catástrofe. A los siete días la tormenta se apaciguó y la humanidad había vuelto al barro de donde había salido. La nave de Enki flotaba en las turbulentas aguas y llevaba dentro hombres y mujeres y niños y otras criaturas vivientes.
Finalizada la tormenta, Utnapsitim nos relata, que abrió la ventanilla y que la luz había caído sobre su rostro y miró alrededor y el paisaje era liso como un tejado plano, y agachándose se puso a llorar al haber contemplado la inmensidad de mar.

Durante seis días Utnapistim estuvo observando hasta que la embarcación encalló sobre un monte, que es el monte Ararat, como en el relato bíblico. Igual que Noé, Utnapistim soltó primero una golondrina y luego soltó un cuervo, el cual huyó encontrando un lugar para descansar.

Cuando la embarcación piso tierra firme, Utnapistim soltó todas las aves y animales que se encontraban con él, también salió con su familia y construyó un altar y ofreció un sacrificio a los dioses, lo mismo que había hecho Noé al ofrecer un sacrificio al Dios único y verdadero.

Cuando Enlil llegó al lugar se llenó de cólera, pues decía que ninguno debía haber sobrevivido y su hijo Ninurta señaló a Enki de habar salvado este resto de seres humanos. Enki se defendió elogiando la sabiduría de su hermano y diciendo, que él no había revelado a los hombres el secreto de los dioses y le hizo caer en la cuenta de la necesidad del hombre para volver a comenzar.

Utnapistim terminó relatándole a Gilgamesh, que al final Enlil se dejó influir por Enki, subió a bordo del barco y tomó de la mano a Utnapistim y lo hizo arrodillarse a él y a todos, los tocó en la frente para bendecirlos y dijo que hasta el momento Utnapistim, no había sido más que humano, pero que en lo sucesivo él y su esposa, serían dioses como lo eran ellos y por lo tanto les darían el agua de la vida y residirían lejos en la tierra de los dioses.

Utnapistim, por haber demostrado siempre su gran fidelidad a Enki, fue premiado y llevado a vivir en la tierra de Anu y de Enlil, en el planeta Nebiru, donde llevaría la vida de un dios.


Con respecto al resto de la humanidad, Enlil bendice a la humanidad y termina el texto sumerio diciendo, que haya entre los seres humanos mujeres que den a luz y mujeres que no den a luz, es decir que siguen prevaleciendo aun después del diluvio universal hombres y mujeres híbridos que son fruto de la clonación y la manipulación genética y no pueden reproducirse naturalmente.

Evidentemente, no todos los habitantes de la Primera Tierra fueron destruidos con el diluvio universal y muchos alcanzaron a huir al interior del planeta o a otros planetas. El texto de la Sagrada Escritura nos sigue relatando la existencia de gigantes después de sucedido el diluvio universal; empezando por los nefelim, que en ningún momento se pueden confundir con los famosos anunnaki, pasando por los exploradores que había mandado Josué a la ciudad de Jericó que vieron a los habitantes de esas tierras como gigantes y que ellos parecían como langostas, hasta llegar al relato de la cama del gigante Anak, que era de hierro y que tenía un tamaño de cinco metros aproximadamente.

Luego de pasado el tiempo se extinguieron los gigantes en la Segunda Tierra después del diluvio, los dioses humanos huyeron de la Tierra y se escondieron de la humanidad que prevalecía en la superficie de la Tierra hasta llegar al antiguo registro de la cultura primera, de la Segunda Tierra, de la que se tienen datos arqueológicos y científicos, la antigua Sumeria.

En conclusión podemos decir, que un Dios bueno y amoroso que es Padre misericordioso, bondadoso, fuente de todo; un Dios palabra eterna, increada, sabiduría eterna y encarnada; un Dios Espíritu Santo que es amor y la fuente del amor entre el Padre y el Hijo; un Dios en tres personas distintas, coeternas las tres; diferentes entre sí; el Padre no es el Hijo, ni más poderoso ni primero que el Hijo; el Espíritu Santo no es el Padre ni el Hijo, ni el Padre de Jesucristo; los tres son iguales, eternos y distintos en un solo Dios único y verdadero.

Este Dios Bueno y de amor creó todos los universos materiales y los mundos espirituales inimaginables para cualquier cabeza humana en cualquier planeta que viva y aun inimaginable para los seres espirituales. Que este planeta Tierra es la casa de Dios y el templo de templos en todos los universos y en los mundos materiales y espirituales, y desde este planeta estará el origen de todos los seres materiales y espirituales que poblarán los otros universos materiales.

Que el ser humano se encuentra solo en un proceso de perfección para convertirse en Dios y que los seres humanos de la superficie de la Tierra somos los más privilegiados porque conocimos a Jesús y conocimos que Dios es amor por medio de Jesús. Que los seres humanos que viven en el interior de la Tierra y fuera de ella, con toda seguridad no han conocido a Jesús o saben poco de Él; pero es su Dios, y tendrán que presentarse a juicio delante de Él por disposición del Padre Eterno que todo lo ha creado. Que no hay nada creado que escape a la voluntad creadora de Dios y a su amor redentor por todos los hombres y por toda la creación.

Que somos los únicos en los universos creados, que tenemos una perfecta unión material y espiritual, y que esa plenitud llegará con la resurrección después de la muerte. Que cuando sea el momento dispuesto por el Padre Eterno para que Jesús realice el juicio, también serán juzgados los seres humanos que están el interior y en el exterior del planeta, y serán juzgados en el amor; si tuvieron un buen corazón resucitarán para continuar la misión de la creación y si no lo tuvieron, serán encerrados en cárceles eternas junto con los demonios; y para el mundo de la belleza ya no existirán, aunque ellos serán muy conscientes de su propia existencia.

Se salvarán seres humanos que viven en la superficie de la Tierra, en el interior de ella y los que viven por fuera de ella, y será lo mismo para la condenación, pues todo depende de la voluntad de cada ser humano y algunos inclinarán su voluntad hacia el bien y otros hacia el mal.

Cuando haya pasado el juicio de Jesús a la humanidad, los que seamos salvados recibiremos nuestro cuerpo glorificado y entonces seremos dioses en Dios único y verdadero. Entonces Dios acelerará la creación del mundo material y todos los salvados serán distribuidos por todos los universos materiales y espirituales y su responsabilidad corresponderá a la medida del amor que haya tenido en la Tierra y esa es la medida que permanece en su nuevo estado.

Jesús lo dice en el Evangelio: “Acaso no dice la escritura, que “seréis como dioses” (Jn 10,34) y en la parábola de los talentos Él mismo dice: “muy bien siervo bueno fiel, fuiste fiel en lo mucho, se te dará la administración de cinco mudos; fuiste fiel en lo mediano; se te dará la administración de dos mundos; fuiste fiel en lo poco, se te dará la administración de un mundo” (Mt 25,14-30); es bueno anotar que las malas traducciones de la Biblia dicen que se le dará la administración de ciudades, pero la palabra exacta es “mundos”.

Con esto se quiere decir, que se nos dará la administración de planetas, a unos les corresponderán un planeta y a otros cinco, como lo podemos inferir de la Sagrada Escritura.

El Dios trino, único y verdadero, bueno y amoroso, suscitará la vida biológica y espiritual como la nuestra, en estos planetas y nosotros seremos sus guardianes, enseñaremos a los seres materiales y espirituales el amor, y que existe un Dios trino que los ama, que los ha creado y que los quiere sanos, felices, y libres y luego de la prueba, eternos en el amor en los cielos creados.

Cuando Dios considere la plenitud en años inimaginables, se espiritualizarán todos los universos materiales y espirituales, alcanzado todo la perfección y la plenitud querida por Dios, y Dios será todo en todo y todo será en Dios y llegaremos al inicio cuando solo existía Dios y no existía la creación. Todo estará en perfección y Dios jamás estará en soledad, porque ni lo estuvo al principio de la creación, ni lo estará al final de ella; y los seres que estén fuera de la creación donde el mundo no existe, sabrán que existen, porque sentirán su existencia y se encontrarán en la perfección de la imperfección, por toda la eternidad. 






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