miércoles, 17 de mayo de 2017

John Henry y los objetos fuera del tiempo


En 1993, la NBC, en los Estados Unidos, presentó evidencias geológicas que demostraban que la esfinge en Egipto tenía por lo menos el doble de edad de lo que afirmaban los egiptólogos, es decir, más de 10.000 años.

El egiptólogo, John Anthony West propuso el tema de la erosión por agua en la pirámide y el Dr Robert Schoch, geólogo, luego de hacer un estudio, llegó a esta misma conclusión.

El Dr Zahi Hawass, jefe de los monumentos de Giza, y el experto más grande de Giza Dr Mark Lehner, lanzaron un ataque a quienes propusieron la teoría del deslave de las pirámides, pues estas personas jamás quieren que se modifique la fecha de la construcción de las pirámides, pues aunque existan pruebas contundentes de que las pirámides son mucho más antiguas de lo que dicen los egiptólogos ortodoxos, no les cae en gracia llegar a pensar  que no fueron construidas por los egipcios, sino que vienen de las sociedades antediluvianos y esto no le interesa a Egipto. Es bueno saber, que cuando apareció el pueblo de Egipto, las pirámides ya se encontraban ahí, hacia miles de años.

No es posible pensar, con la teoría del deslave, que las pirámides tengan tan solo 2500 años, pues esta teoría nos hace pensar que las pirámides pueden tener entre 9000 y 12000 años de antigüedad, en la época en que Egipto era una zona tropical donde llovía profusamente, de modo, que las pirámides y la esfinge están erosionadas por el deslave producido en por el agua en una zona tropical.

En este sentido, en Ica, Perú en el año de 1966, el Dr. Javier Cabrera, recibió una piedra de regalo de un granjero local, muy pobre; en la piedra se encontraba tallado un pez y reconoció que pertenecía a una especie extinta, por lo que le compró más piedras al granjero, que le dijo, que las había recolectado en un río, luego de una inundación.

Cabrera, acumuló muchas piedras en las que estaban grabados, hombres luchando con dinosaurios, o animales extraños, hombres con telescopios, hombres haciendo operaciones quirúrgicas, etc.; fueron más de once mil piedras, pero el hecho fue tomado por una broma y olvidado, lógicamente por los organismos de presión detrás de este hecho.

En el año de 1996 la NBC trasmitió un programa que se llamó “los misteriosos orígenes del mundo” que no corresponden con los paradigmas actuales de los científicos y las teorías del origen del hombre, por lo que muchos científicos llamaron al programa “un fraude” y el programa fue considerado como si hubiera sido una broma y muchos exigieron al gobierno federal de Estados Unidos y especialmente a la comisión federal de comunicaciones, que interviniera para que la NBC no volviera a poner este tipo de programas al aire y la doctora Allison Plamer, presidenta del Instituto para los Estudios Cámbricos, mandó una carta que es una verdadera reprimenda contra la NBC.

Otro caso sucedió con la doctora Virginia Steen-Mclntyre, geóloga, que estaba trabajando para la inspección geológica estadounidense (USGS) a quien le encomendaron un trabajo en México, para fechar una serie de artefactos. Mclntyre, con equipo altamente avanzado, fechó los artefactos por más de 250.000 años y los científicos solo esperaban 25,000 años y por no retractarse, perdió su empleo y las cátedras en las universidades de Estados Unidos.

La ciencia oficial se resiste al cambio, y todos los días hay nuevos descubrimientos que nos van a obligar en algún punto, a rescribir la historia de la humanidad, pues las pruebas todos los días son más contundentes. Cada vez se encuentran más objetos arqueológicos y evidencias históricas que nos demuestran que la historia no sucedió como nos la han contado y es importante hacer referencia a algunos de estos objetos.

En primer lugar, mencionaremos unos tubos metálicos que se encontraron en Francia en Saint-Jean de Livet y algunos se han atrevido a calcular su antigüedad en 65 millones de años, aunque no hay pruebas para darles una edad tan desproporcionada en el pasado.

En Heluan Egipto, dicen que se ha encontrado una lupa de cristal en la tumba del faraón Semempses con una antigüedad de 4800 años y se encuentra expuesta en el museo británico; tiene una gran perfección y es sabido, que según la ciencia tradicional, este tipo de lupa solo se podría haber sido elaborada a partir de 1803.

En el año de 1912 en una mina de Wilburton Oklahoma, el Señor Frank J Kennard, dentro de un bloque de carbón descubrió una copa y en declaración juramentada el 27 de noviembre de 1948 Kennard dijo: “Mientras estaba trabajando en la planta eléctrica municipal Thomas, Oklahoma en 1912, salió a la luz un trozo de carbón muy grande que costaba fragmentarse. Al partir el trozo de carbón con martillo, de su interior cayó una especie de taza de metal, dejando el molde perfecto en el carbón que lo albergaba”; Jim Stull estaba presente y corroboró el descubrimiento y supuestamente lo han datado con 300 millones de años y el objeto no se sabe dónde se encuentra, quién lo tiene o si es una invención.

En Rusia en los años 1991 y 1993, mientras se buscaba oro en los Urales junto a los ríos Narada, Kozhim y Balbanyu, se encontraron objetos de escasos centímetros, que fueron datados entre 20.000 y 318.000 años, analizado por la academia de ciencias rusas Syktyvka, que determinó que la composición de estos objetos era variada. Los objetos más grandes estaban compuestos de cobre y los más pequeños contenían tungsteno y molibdeno. Tanto el tungsteno como el molibdeno tienen un alto peso atómico y un alto punto de fusión, 3,410 grados para el tungsteno y 2650 para el molibdeno. Para fabricar estos artefactos se requiere una gran tecnología.

En Bagdad Irak, en el año de 1936 durante unas excavaciones en la colina de Kujut Rabua, construyendo un ferrocarril unos trabajadores descubrieron una vieja tumba cubierta con una losa de piedra y de ahí extrajeron muchos objetos, entre los que encontraron unos recipientes de arcilla en forma de jarrón de color amarillo claro y en su interior había un cilindro de cobre, fijado con asfalto en la embocadura del cuello y dentro del cilindro una vara de hierro. El recipiente medía 13 cm de alto por 4 cm de diámetro, mientras el cilindro de cobre medía 9 cm de alto por 2,6 cm de diámetro; la vara de hierro sobresalía 1 centímetro y daba la impresión de haber estado revestida de una fina capa de plomo. Una batería para producir electricidad según el veredicto del arqueólogo alemán Wilhelm Koning. El primer análisis consistió en introducir en su interior electrolito y conectarle una lámpara que encendió debidamente.

Algunos ponen en duda que sea una batería, por no haberse encontrado residuos de electrolito y cables eléctricos; es un verdadero Oopart, es decir objeto fuera de lugar out of place artifact; artefacto fuera de lugar; desafortunadamente con la guerra de Irak se perdió.

Otro objeto fuera del tiempo lo elaboró un almirante otomano llamado Piri Reis, que consistió en una carta de navegación publicada 1523 en su libro “materias marinas” y dibujó mapas posteriores al descubrimiento de América, pero es posible que se haya basado en mapas con más de 1500 años de antigüedad, que posiblemente correspondían a la época de Alejandro, donde aparecen tierras desconocidas, incluyendo la Atlántida. El original se encuentra el museo de Topkapi Saravi de Estambul y no está expuesto al público.

En Mystery Park, es decir un parque temático de Erich Von Daniken en Interlaken, Suiza, y han logrado reunir casi 400 piezas provenientes de todo el mundo, que contienen objetos fuera de su tiempo, los austriacos Klaus Dona y Reinhard Habeck.

En este lugar aparece la calavera de cristal, que no se sabe cómo ha sido construida; grabados donde aparecen bombillas eléctricas y jeroglíficos haciendo referencias a explicaciones técnicas sobre la electricidad. Una colección de piezas de una antigua colección del padre Crespi proveniente de Cuenca Ecuador, donde se muestran elefantes, seres de diversas razas, monstruos y posibles objetos de tecnología desconocida.

En Acámbaro México también se encontraron unas piedras con representaciones de seres humanos monstruosos y otras creaturas desconocidas.

Un texano llamado Carl Baugh, encontró un dedo humano petrificado dentro de una capa geológica de casi 100 millones de años y también expone un martillo de hierro incrustado en un pedazo de roca supuestamente de 140 millones de años, que fue descubierto en 1832; el análisis que le realizaron al martillo reveló que estaba compuesto de 96,6 % de hierro; 2,6 % de cloro y 0,74 % de azufre.

Trilobite
También se halló en un fósil de un “trilobite”, una especie que se extinguió hace 230 millones de años, aplastado por una bota o pie humano, que fue encontrado en 1968 en el estado de Utah, EU; también fragmentos de cráneos humanos dentro de la roca de 280 millones de años y el periodista Ed Conrad, halló otros objetos anómalos fosilizados de millones de años, como una mandíbula y una tapa de cráneo, que por sus dimensiones pertenece a un gigante.

Lo anterior nos hace intuir que la lista continúa y es profusa; es evidente que cada vez tenemos pruebas más fuertes e irrefutables que nos demuestran que la historia oficial no corresponde con los hallazgos arqueológicos y que en algún momento se tendrá que rescribir la historia.
De acuerdo con los artículos que hemos hecho con John Henry Builes hasta el momento y con las evidencias encontradas, me encuentro muy seguro que la versión que da la ciencia oficial ya no se sustenta y debe ser revaluada.

La teoría de Darwin no tiene ningún fundamento científico y para ver que esta teoría no tiene validez, solo hay que pensar en los primates actuales; ¿porqué, esta clase de simios, chimpancés, orangutanes, micos, changos, no evolucionan y siguen existiendo desde hace miles de años sin transformarse en seres humanos? o por lo menos, ya deberían estar extintos.

Todos estos objetos encontrados fuera de su tiempo prueban que existieron civilizaciones muy avanzadas antes del diluvio que sucedió hace unos 13500 años y según John Henry Builes, estas civilizaciones alcanzaron un mayor desarrollo tecnológico que el que nosotros tenemos; parece que todos estos objetos nos hacen pensar en civilizaciones de millones de años en el pasado.

A este respecto John Henry Builes no da fechas cronológicas, sino fechas simbólicas, pues tiene una intención teológica en sus escritos; él nos dice que anterior al diluvio habían pasado 12000 años, que del diluvio hasta nuestros días han pasado 12000 años y que cuando empiece la Tercera Tierra, pasarán otros 12000 años, para obtener lo siguiente: 12000+12000+12000=36000 y si sumamos 3+6+0+0+0 tendremos 9 y nueve es un número simbólico que representa a toda la humanidad; de modo que desde este autor no se puede intuir cuantos años pasaron en la humanidad, desde el diluvio universal al origen del hombre.

Personalmente pienso que las dataciones que dan de 300 millones de años de antigüedad de algunos objetos encontrados se me hacen demasiado exageradas, aunque es muy factible considerar que las diferentes civilizaciones que existieron antes de diluvio en la Primera Pierra, según John Henry Builes tienen miles de años e inclusive millones hasta llegar al punto inicial de Adán y la Eva humana y la Eva pre humana, como lo explica en sus libros el autor.
En conclusión podemos decir, que tanto los objetos fuera del tiempo que hemos encontrado y el libro de John Henry Builes, nos dicen claramente, que la historia hay que reescribirla, porque lo que nos dice la historia oficial, no corresponde con la realidad; que los objetos fuera del tiempo nos dan pruebas de civilizaciones antediluvianas muy antiguas con una gran tecnología, como lo confirma también el libro “Historia primitiva de la humanidad” de John Henry Builes.

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