jueves, 10 de mayo de 2018

Resumen del libro de John Henry Builes, Gen 2,1-10.


En el libro se habla del día séptimo en el cual Dios descansó, como un eufemismo, para dar a entender que el hombre puede participar de esta creación y ser cocreador con Dios, pues el hombre debe participar en el avance y embellecimiento de la creación; en este sentido, el descanso de Dios significa el trabajo del hombre; el hombre entonces debe participar con su ingenio y capacidad en el mejoramiento del mundo material para para entender mejor el mundo espiritual y tender a la espiritualización del mundo material.
Dios ha hecho una creación buena y bella desde el principio; Dios es representado con el número 1, porque es un número indivisible y que expresa la perfección y el número 2 expresa la composición y la posible imperfectibilidad de la creación al ser una composición; se entiende el cielo en el mundo espiritual y la tierra el mundo material, y el mundo material tiene un punto alfa  y que tiende a un punto omega, hasta que el mundo material sea elevado al mundo espiritual, produciéndose una espiritualización de la materia.
El libro dice que el germen de la vida se encuentra en muchos planetas, pero en la Tierra se ha desarrollado de una manera muy especial, pues el mundo material se une perfectamente al mundo espiritual y esto se ve reflejado en la creación del hombre. El hombre es padre de la mujer según el sentido bíblico y el hombre y la mujer complementados están llamados a convertirse en los “señores de la creación”.
El hombre es animal, pero espíritu con Dios; el hombre ha sido formado por un alfarero que es Dios y le insufla su propio espíritu y Dios pone al hombre en el jardín del Edén, es decir, ha sido creado en un estado de justicia original y ha sido creado en bondad y en estar de bienestar, pero el hombre cayó por instigación del demonio y entró la corrupción en su propio interior y en toda la creación.
En cuanto a la creación de los animales se nos dice que en cada animal existió una hembra primigenia, y con la intervención directa de Dios, se crea un óvulo y un espermatozoide dando origen a un gameto que se convertirá en el embrión de una nueva especie; se daría entonces una pre-especie que dio origen a la especie definitiva, desapareciendo la pre-especie y dando origen a múltiples especies.
Lo mismo sucede con el hombre, Dios utiliza una hembra primigenia que presta su vientre para que el hombre sea gestado en su interior, pero sin adquirir las características genéticas de la madre gestante, de modo que directamente sale de las manos de Dios el espermatozoide y el óvulo que originaran el primer hombre llamado Adán y primera mujer que el libro denomina la Eva humana, para diferenciarla de la Eva pre-humana; el árbol de la vida es identificado con la hembra pre-humana.
El hombre es hijo directo de Dios, porque sale de sus manos y es creado con 46 cromosomas, aportando 23 el hombre y 23 la mujer, quedando cada ser humano con 46 cromosomas. Los animales tienen 48 cromosomas y existe una especie que es puente de 47 cromosomas y destinada a desaparecer para siempre y el problema empezó cuando Adán convirtió el medio, en un fin, cuando esto sucedió los genes divinos de Adán se contaminaron con los genes animales, lo que produjo que el hombre perdiera progresivamente los dones originarios con los que había sido creado en el principio (naturales, preternaturales y sobrenaturales).
Adán y la Eva humana dieron origen a los hijos de Dios y Adán y la Eva pre-humana dieron origen a los hijos de los hombres; los hijos de Dios se fueron contaminando progresivamente y los hijos de los hombres, son el producto final de Caín contaminado con los genes animales, con una hija de Dios, descendiente de Adán y la Eva pre-humana que recuperó la especie y convergió a lo que somos actualmente los seres humanos; de modo que los seres humanos somos el producto de Noé que es un directo hijo de Dios y de su esposa que era una mujer híbrida, así que los seres humanos tenemos el espíritu de Dios, pero contaminados con los genes animales.
De este modo el hombre perdió su perfección original y se sumergió en un camino oscuro, perdió su integridad física, psíquica y espiritual y sobrenatural del principio, debido a la contaminación con los genes animales que nos sometieron a la concupiscencia y el desorden de las pasiones y el instinto de los animales y las pérdidas de las facultades divinas.
El hombre fue creado en perfección y por la hibridación se desarrolló la ira, el desorden en el comer, el dormir, desórdenes sexuales, y todo caos que se deriva de los genes animales y hacen sufrir profundamente al hombre al contaminar el espíritu de Dios y sometido al desorden de los genes de los animales.

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