En
el libro se habla del día
séptimo en el cual Dios descansó, como un
eufemismo, para dar a entender que el hombre puede participar de esta creación
y ser cocreador con Dios, pues el hombre debe participar en el avance y
embellecimiento de la creación; en este sentido, el descanso de Dios significa
el trabajo del hombre; el hombre entonces debe participar con su ingenio y
capacidad en el mejoramiento del mundo material para para
entender mejor el mundo espiritual y tender a la espiritualización del mundo
material.
Dios
ha hecho una creación buena y bella desde el principio; Dios es representado
con el número 1, porque es un número indivisible y que expresa la perfección y
el número 2 expresa la composición y la posible imperfectibilidad de la
creación al ser una composición; se entiende el cielo en el mundo espiritual y
la tierra el mundo material, y el mundo material tiene un punto alfa y que tiende a un punto omega, hasta que el
mundo material sea elevado al mundo espiritual, produciéndose una espiritualización
de la materia.
El
libro dice que el germen de la vida se encuentra en muchos planetas, pero en la
Tierra se ha desarrollado de una manera muy especial, pues el mundo material se
une perfectamente al mundo espiritual y esto se ve reflejado en la creación del
hombre. El hombre es padre de la mujer según el sentido bíblico y el hombre y
la mujer complementados están llamados a convertirse en los “señores de la
creación”.
El
hombre es animal, pero espíritu con Dios; el hombre ha sido formado por un
alfarero que es Dios y le insufla su propio espíritu y Dios pone al hombre en
el jardín del Edén, es decir, ha sido creado en un estado de justicia original
y ha sido creado en bondad y en estar de bienestar, pero el hombre cayó por
instigación del demonio y entró la corrupción en su propio interior y en toda
la creación.
En
cuanto a la creación de los animales se nos dice que en cada animal existió una
hembra primigenia, y con la intervención directa de Dios, se crea un óvulo y un
espermatozoide dando origen a un gameto que se convertirá en el embrión de una
nueva especie; se daría entonces una pre-especie que dio origen a la especie
definitiva, desapareciendo la pre-especie y dando origen a múltiples especies.
Lo
mismo sucede con el hombre, Dios utiliza una hembra primigenia que presta su
vientre para que el hombre sea gestado en su interior, pero sin adquirir las
características genéticas de la madre gestante, de modo que directamente sale
de las manos de Dios el espermatozoide y el óvulo que originaran el primer
hombre llamado Adán
y primera mujer que el libro denomina la Eva humana,
para diferenciarla de la Eva
pre-humana; el árbol de la vida es
identificado con la hembra pre-humana.
El
hombre es hijo directo de Dios, porque sale de sus manos y es creado con 46
cromosomas, aportando 23 el hombre y 23 la mujer, quedando cada ser humano con
46 cromosomas. Los animales tienen 48 cromosomas y existe una especie que es
puente de 47 cromosomas y destinada a desaparecer para siempre y el problema
empezó cuando Adán convirtió el medio, en un fin, cuando esto sucedió los genes
divinos de Adán se contaminaron con los genes animales, lo que produjo que el
hombre perdiera progresivamente los dones originarios con los que había sido
creado en el principio (naturales, preternaturales y sobrenaturales).
Adán
y la Eva humana dieron origen a los hijos de Dios y Adán y la Eva pre-humana dieron
origen a los hijos de los hombres; los hijos de Dios se fueron contaminando
progresivamente y los hijos de los hombres, son el producto final de Caín
contaminado con los genes animales, con una hija de Dios, descendiente de Adán
y la Eva pre-humana que recuperó la especie y convergió a lo que somos
actualmente los seres humanos; de modo que los seres humanos somos el producto
de Noé que es un directo hijo de Dios y de su esposa que era una mujer híbrida,
así que los seres humanos tenemos el espíritu de Dios, pero contaminados con
los genes animales.
De
este modo el hombre perdió su perfección original y se sumergió en un camino
oscuro, perdió su integridad física, psíquica y espiritual y sobrenatural del
principio, debido a la contaminación con los genes animales que nos sometieron
a la concupiscencia y el desorden de las pasiones y el instinto de los animales
y las pérdidas de las facultades divinas.
El
hombre fue creado en perfección y por la hibridación se desarrolló la ira, el
desorden en el comer, el dormir, desórdenes sexuales, y todo caos que se deriva
de los genes animales y hacen sufrir profundamente al hombre al contaminar el
espíritu de Dios y sometido al desorden de los genes de los animales.
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